El comité de expertos en materia tributaria del Gobierno de Navarra plantea una posible revisión de las compensaciones por pérdidas en el Impuesto de Sociedades. La medida forma parte del debate que el grupo viene manteniendo los últimos meses, y que previsiblemente se incluirá en las conclusiones que se remitirán a Hacienda para análisis y, en su caso, aplicación. El informe final podría estar listo en los próximos días.

El comité fue constituido el pasado 21 de mayo a instancias de la consejera, Elma Saiz con el objetivo de analizar los beneficios fiscales en el Impuesto de Sociedades. Los trabajos se han desarrollado durante todo el verano, y las conclusiones están ya en fase de redacción. Además de la revisión de las compensaciones por pérdidas también se va a plantear la reforma de algunas deducciones, actualmente vigentes, y que no están cumpliendo con el objetivo para el que fueron diseñadas. No obstante, serán medidas puntuales, por lo que no se espera una reforma de calado en el tributo que pagan las empresas.

Aunque la compensación por pérdidas no es propiamente una deducción fiscal, finalmente se ha incluido en el debate interno por su influencia en la recaudación del impuesto. Solo en 2018 y 2019 las empresas navarras dejaron de pagar a Hacienda 446 millones por las pérdidas de ejercicios anteriores, prácticamente lo mismo que se ingresó en ambos ejercicios por el Impuesto de Sociedades. Una merma que volverá a ser importante en los próximos años. La suma total de las pérdidas empresariales declaradas por compañías navarras durante 2018 y 2019 asciende a 771 millones, cifra que habrá que añadir al saldo negativo acumulado durante la pandemia por muchas de ellas.

De hecho, las dos recesiones prácticamente consecutivas de la última década han reducido notablemente la tributación por el beneficio empresarial, que actualmente aporta prácticamente lo mismo que hace 20 años, cuando el resto de impuestos han aumentado su aportación a las arcas públicas de manera exponencial. Si en el año 2000 la diferencia entre lo que se recaudaba en Navarra por IRPF y por Sociedades era de 344 millones, hoy es de 1.267 millones, prácticamente cuatro veces más.

Un debate global

La necesidad de revisar el impuesto que pagan las empresas forma parte de un debate global que han hecho suyo tanto la UE como la administración de EEUU. El Gobierno de Joe Biden ha planteado un suelo mínimo del 15% para las grandes compañías multinacionales, mientras que la eurozona avanza, todavía lentamente, hacia una armonización de algunos impuestos para evitar la competencia fiscal entre Estados.

Una rivalidad también habitual entre comunidades autónomas, y que ha llevado prácticamente a la desaparición de algunos impuestos cedidos a los gobiernos regionales, como Sucesiones o Patrimonio, en lugares con mayor músculo económico como Madrid.

Un escenario que dificulta cambios de calado en Navarra, que pese a su autonomía tributaria se ve condicionada por la política fiscal del entorno. Así que el análisis se ha enfocado hacia un ajuste puntual en determinadas deducciones que acerque el tipo efectivo al tipo nominal. El Gobierno de Navarra tampoco es partidario de abordar un aumento de la presión fiscal a las empresas, por entender que la situación económica actual, en la que muchas están recibiendo ayudas públicas, sería contraproducente.

El debate en cualquier caso está sobre la mesa. Algunos de los socios del Gobierno ya han reclamado una reforma fiscal de más calado que el ajuste en el IRPF para rentas medias y bajas anunciado por el Ejecutivo foral. Es la negociación que se abre a partir de ahora, y en la que el informe final del grupo de expertos, aunque no es vinculante, sí servirá como argumento para defender o rechazar las posibles propuestas tributarias que se planteen a partir de ahora en el Parlamento foral.