- Habrá reforma del Impuesto de Sociedades, pero será limitada. La mayoría parlamentaria aboga por revisar la tributación de las empresas en línea con el informe elaborado por el comité de expertos, pero se inclina por hacerlo de forma parcial y sin cambios de calado. "No es el momento en ningún caso de subir la presión fiscal a las empresas, a las cuales todavía les estamos dando ayudas económicas. No sería coherente", advirtió ayer la presidenta, María Chivite.

No habrá por lo tanto cambios relevantes en un impuesto que aporta a las arcas de la Hacienda Foral lo mismo, incluso algo menos, que hace 20 años. A pesar del mensaje apocalíptico de la derecha, en el que volvió a incidir ayer el portavoz de Navarra Suma, el tipo real de las empresas no llega al 14%, muy similar o incluso inferior al que abonaban las empresas con la fiscalidad de UPN.

Una situación que algunos de los grupos quieren corregir, pero de lo que discrepa Hacienda, que hasta ahora ha mantenido una posición conservadora a la espera de las conclusiones del grupo de expertos. Y por la que se inclina también después su presentación, al entender que una política fiscal restrictiva podría tener consecuencias negativas en la recuperación económica.

El informe de los expertos plantea la supresión de cuatro beneficios fiscales del Impuesto de Sociedades. La deducción por creación de empleo (4 millones), las exenciones por reinversión de beneficios extraordinarios (1,6 millones), la reserva especial para inversiones (16,5 millones) y la deducción por inversiones en elementos nuevos de inmovilizado material (37 millones). El estudio deja sin embargo la puerta abierta a mantener dos de ellas, precisamente las dos últimas, las que mayor impacto recaudatorio tienen.

Y es ahí donde surgen las discrepancias. Si bien el PSN se muestra abierto a "negociar, debatir y acordar" posibles modificaciones en el marco de la negociación presupuestaria, el resto de socios plantea una posición más ambiciosa. Tanto Podemos como EH Bildu dan por bueno el informe, pero abogan por explorar un posible acuerdo dentro del marco que han fijado los expertos, en la parte alta de la horquilla. Es decir, eliminar todas las deducciones que plantea el comité, y que podría suponer en torno a 60 millones de recaudación.

"Queremos una reforma más en profundidad de la que seguramente quiere el Gobierno", admitió ayer el portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, que consideró que el informe de los expertos refuerza la tesis de su grupo, que siempre ha cuestionado "la eficacia y la eficiencia" de las ayudas fiscales a las empresas. Un argumento que hace suyo el comité, que sin embargo alerta también de que cualquier modificación debe tener en cuenta el conjunto del impuesto para no perder "atractivo" fiscal.

Reflexiones muy criticadas por Izquierda-Ezkerra, que califica de "escándalo" un estudio que, a su juicio, no hace sino justificar "la injusticia" que supone que las rentas del trabajo sean quienes "financien las pérdidas de las empresas". "Parece que el informe lo hubiera realizado la asesoría de una gran corporación", denunció Marisa de Simón.

Es el debate que se abre paso ya en el Parlamento, a la espera de que el Gobierno foral concrete una propuesta tributaria que acompañe a los presupuestos del próximo año. "Tenemos una información sólida que nos va a ayudar ha hacer el trabajo", asumió Uxue Barkos, que no obstante consideró que si algo pone en relieve el informe es que Navarra no es ningún infierno fiscal. "El estudio desmonta algunos fantasmas que ha venido agitando la derecha. No es cierto que este sea un territorio ingrato para las empresas", subrayó.

Geroa Bai se situa así en la línea de prudencia fiscal por la que apuesta el propio Gobierno, que no es partidario de avanzar mucho más. "Habrá que tomar decisiones políticas que todavía no están tomadas", asumió ayer Chivite, que en respuesta a las críticas de Navarra Suma en torno a la tributación de las empresas, también defendió que "Navarra sigue siendo una comunidad competitiva en materia fiscal junto con País Vasco y Madrid".

No quiso detallar más la presidenta, a la espera de que avance una negociación fiscal y presupuestaria que todavía no ha comenzado, pero en la que no se esperan cambios importantes. De hecho, es posible que la supresión de algunos de los beneficios fiscales se acompañe de medidas adicionales que compensen el coste que puedan suponer para determinadas empresas.

Terceros presupuestos. Si no hay imprevistos de última hora el próximo 8 de noviembre el Gobierno de Navarra enviará al Parlamento el Proyecto de Presupuestos de 2022. La Cámara recibió ayer el calendario previsto por el Departamento de Hacienda, que prevé aprobar el anteproyecto el 27 de octubre para su remisión a los órganos administrativos correspondientes. Se cumplirán así los plazos ordinarios por lo que, si hay acuerdo con la mayoría de la Cámara, los presupuestos de 2022 se aprobarán durante diciembre, una vez superado el trámite de enmiendas. Serían los terceros de la legislatura.