- Los choques y desencuentros entre los dos socios que componen el Gobierno de coalición se suceden semana tras semana por motivos de lo más dispares y la cuerda en la relación se sigue tensando, aunque por el momento nadie piensa que la vayan a romper. En cualquier caso, el conflicto entre el PSOE y Unidas Podemos reaparece constantemente y ayer, nada más comenzar la semana, el panorama volvió a enturbiarse debido a la nueva norma de Sanidad aprobada en el Consejo de Ministros.

Se trata del anteproyecto de la ley de equidad, universalidad y cohesión en el acceso a la sanidad pública, texto impulsado por el Ministerio de Carolina Darias que a priori impide establecer nuevos copagos y considera la “gestión directa” como la forma prioritaria para la prestación de servicios, aunque no elimina las colaboraciones público-privadas.

Es este último aspecto el que ha motivado el enfado de Podemos, que considera que la norma ahondará en el camino de la “privatización” de servicios en lugar ponerle fin. Así, el portavoz morado en el Congreso, Pablo Echenique, arremetió ayer contra el proyecto de ley al considerar que lo que pretende es privatizar la Sanidad pública “malvendiéndola a buitres”.

El discurso es exactamente el contrario en la parte socialista del Gobierno, donde ayer vendieron las bondades de este anteproyecto de ley que, según dijo la propia ministra Carolina Darias, “es tremendamente importante porque mejora y amplía derechos de la ciudadanía” en el ámbito sanitario. “Lo que hace es afianzar y apostar por la gestión directa en la prestación de los servicios”, dijo la titular de Sanidad sobre una nueva ley que a su juicio exigirá argumentar y justificar por qué se recurre a “otras fórmulas de gestión” en el caso de que los servicios no se presten de forma directa en los centros públicos.

Para la ministra, el nuevo escenario que se abrirá si la ley es aprobada en el Congreso de los Diputados será “un avance, un progreso y una mejora”. Por eso Darias rechazó que sus socios de Podemos hablen de “líneas rojas” ante una norma que a su entender ha recibido el visto bueno de “todo el Gobierno” con su promulgación en el Consejo de Ministros.

Pese al optimismo desplegado por la titular de Sanidad, en este momento la aprobación de la nueva norma en el Congreso no está atada en absoluto ya que, de persistir el veto de Podemos al proyecto, a los socialistas les sería casi imposible lograr una mayoría cuando se someta a votación en la Cámara.

Por su parte, Unidas Podemos no va a moverse de su negativa por ahora. Así lo expresó el coportavoz de la Ejecutiva morada Pablo Fernández que, una vez aprobado el proyecto en el Consejo de Ministros, reafirmó su disconformidad con la esta ley de equidad y cohesión sanitaria y avanzó que la coalición de izquierdas presentará una “batería de enmiendas” en el trámite parlamentario, de cara a poder revertir las privatizaciones en los servicios públicos. Con ello, confía en que el PSOE “entre en razón” y se avenga a sus postulados.

En rueda de prensa en la sede del partido, Fernández insistió en que su formación no puede apoyar la nueva normativa porque deja “intacta” la ley que impulsó el Gobierno del expresidente José María Aznar en la que se fijó la externalización sanitaria.

Más duro en el tono y en los términos hacia los socialistas fue el portavoz morado en el Congreso, Pablo Echenique, que acusó a la parte mayoritaria del Ejecutivo español de querer vender los servicios sanitarios a los llamados fondos buitre. “Privatizar la sanidad pública malvendiéndola a buitres ahora se dice en neolengua colaboración público-privada, que queda más cuqui”, criticó el diputado en un mensaje en las redes sociales.

Así las cosas, los morados no tienen intención alguna de aprobar el proyecto de Carolina Darias salvo que dé un giro notable en su articulado antes de que se someta a votación en la Cámara Baja. Y es que, a pesar de que la nueva norma contempla garantías para que no puedan introducirse nuevos copagos sanitarios a la ciudadanía, para Unidas Podemos no es suficiente y cree que se debe ir más allá en el camino hacia la prohibición de las sucesivas privatizaciones que se han dado en la Sanidad pública.

La posición de la coalición que lidera Yolanda Díaz viene de largo. Ya el pasado mes de julio -y en previsión de que la nueva norma no pusiera fin a las privatizaciones- en Unidas Podemos advirtieron de que seguirían trabajando para conseguir derogar la ley 15/1997 aprobada por Aznar y acabar así con el marco que permite la externalización de la gestión sanitaria, con el objetivo de evitar futuras privatizaciones.

De esta forma, el portavoz parlamentario, Pablo Echenique, y la responsable de Sanidad de Unidas Podemos en la Cámara Baja, Rosa Medel, recalcaron que, con la supresión de dicha ley, buscan “blindar” el modelo de gestión pública directa, máxime tras un contexto de pandemia donde se ha evidenciado la importancia de fortalecer la sanidad pública.

Además, los morados argumentan que el fin de las privatizaciones en los servicios públicos está incluido en el acuerdo de investidura que firmaron el PSOE y Unidas Podemos.

“Esta ley es importante porque mejora y amplía derechos de la ciudadanía”

Ministra de Sanidad

“Vamos a presentar una batería de enmiendas en el Congreso para que el PSOE entre en razón”

Coportavoz de la Ejecutiva de Podemos