Más de 1.500 personas convocadas por los sindicatos ELA y LAB han protestado en Pamplona contra la nueva redacción de la reforma laboral acordada entre el Gobierno central, UGT y CCOO y la patronal.

Ambos sindicatos han pedido a los partidos del Congreso que el jueves voten contra la convalidación del decreto; a los trabajadores, que no caigan en la trampa de este acuerdo que no va a mejorar las condiciones laborales de la mayoría; y a las instituciones forales han pedido que reclamen con insistencia la necesidad de que Navarra tenga su propio marco regulador laboral para que las decisiones de tomen "aquí y no en Madrid"

La marcha, que ha transcurrido sin incidentes, ha terminado en el Paseo de Sarasate, donde Imanol Pascual (ELA) y Maddalen Dorador (LAB) han llevado a cabo dos pequeñas intervenciones con un marcado tono político.

Dorador ha rechazado la trampa de la reforma y ha criticado a los partidos de Navarra que ahora gobiernan y que en el pasado criticaban la reforma de Rajoy, y que "ahora callan y otorgan". "Pues nos tendrán enfrente", ha asegurado Dorador, que ha recordado que para el miércoles hay planteadas movilizaciones en centros de trabajo como previa a la votación en el Congreso.

Por su parte, Pascual ha precisado que este acuerdo deja en "evidencia a CCOO y UGT, que han validado lo peor de la reforma de Rajoy", y han avalado "una reforma que no aborda los problemas de los trabajadores".

Y ha criticado también a los partidos que desde 2015 gobiernan, y que a su juicio no han implantado medidas muy diferentes a las de UPN. "Se sigue haciendo el TAV, se sigue con la misma fiscalidad, se sigue dando dinero a CCOO y UGT", ha enumerado, para pedir un cambio de rumbo en las políticas.

Por todo ello, Pascual ha exigido a los políticos del Congreso que "el jueves voten contra el decreto, porque es una trampa para los trabajadores". Y por último ha reivindicado "un marco propio de relaciones laborales para tomar las decisiones aquí, no en Madrid".

Por último, ha hecho un llamamiento a la unidad de la clase trabajadora para plantar cara al capitalismo. "En estos momentos tenemos que ser capaces de colaborar con movimientos como el de la defensa de las pensiones, el feminista, el ecologista y muchos otros, porque al capitalismo solo se le combate con movilización y trabajo conjunto".

Y no ha pasado por alto la polémica generada por el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, a quien ha criticado por sus "declaraciones racistas" cuando dijo que el aumento de la criminalidad está vinculado a la inmigración. "Frente a sus palabras racistas, solidaridad y conciencia de clase".

UGT denuncia pintadas

La UGT de Navarra ha condenado las pintadas aparecidas en su sede de Pamplona contra la reforma laboral acordada entre el Gobierno y los agentes económicos y sociales y ha denunciado "este ataque antidemocrático contra la libertad sindical, que no va a amedrentar a la organización en su trabajo diario en beneficio de la clase trabajadora".

La sede del sindicato en la capital navarra ha amanecido con pintadas en rechazo a la reforma laboral y tildando a UGT y CCOO de "siervos del capitalismo", informa el sindicato en un comunicado. En opinión del sindicato, "este tipo de prácticas de carácter fascista, a las que lamentablemente UGT está acostumbrada, demuestran que hay quienes siguen instalados en la estrategia de la intimidación y la amenaza, sin aceptar la legitimidad que nos otorgan las trabajadoras y los trabajadores para su representación y para defender sus intereses".