pamplona - Las agresiones físicas y verbales a profesores, tanto por parte de los alumnos como de sus familiares, están aumentando en Navarra y se están produciendo cada vez más casos en Infantil y Primaria. Así lo denunció ayer el presidente del sector nacional de educación de CSIF, Mario Gutiérrez, durante la presentación del balance del servicio Ayuda Profes, que cada día recibe dos consultas por parte de docentes que mayoritariamente sufren situaciones de violencia verbal (insultos, amenazas o problemas graves) en España, y en un 20% es física. La mayoría es mujer (62%).

Este sindicato puso en marcha el servicio hace 16 meses y en este tiempo han contactado 1.130 docentes, de los que 630 han precisado de atención psicológica, pedagógica o jurídica. El 31% de los casos denunciados se dan en Infantil y Primaria, un 57% en Secundaria y el 12% en la Universidad. El 28% de las situaciones de violencia están provocadas por el alumnado (maltrato verbal, insultos, vejaciones, burlas, respuestas airadas cuando el docente les recrimina) y el 11%, por los familiares, en especial a través de redes sociales, donde se pone en entredicho su profesionalidad y honorabilidad. El 25% se deben a problemas graves de disciplina de los alumnos en las aulas con interrupción brusca de la clase que se repiten.

Asimismo, algo que preocupa a CSIF es que una de cada diez llamadas sean consultas sobre casos de acoso escolar a los alumno.

ayudar a los docentes Tras pedir a los partidos que “se dejen de ocurrencias y ayuden a los docentes”, Gutiérrez destacó la importancia de los servicios de apoyo al profesorado y puso el caso de un docente de Primaria de Navarra que instó a sus alumnos en una clase a que dejaran de “hacer el tonto” y fue denunciado por uno de los estudiantes. Con la mediación del servicio de CSIF, otros alumnos reconocieron que el comentario del profesor no era un insulto individual y el asunto se resolvió.

La abogada de CSIF Aida Álvarez expuso el caso de un docente de un centro de FP de Navarra que, tras más de diez años en un entorno de conflictividad laboral, motivado por sus compañeros de trabajo, tuvo dos periodos de incapacidad, pero la Seguridad Social lo calificó como enfermedad común. En el juicio, se pudo acreditar que su enfermedad psicológica se debía al entorno laboral y se clasificó como accidente de trabajo.

Por último, el responsable del área educativa de CSIF en Navarra, Pedro Herrero, tras resaltar que el criterio del sindicato es de “tolerancia cero” hacia las agresiones a docentes, comentó que en Navarra existe un protocolo de actuación ante estos casos consensuado entre el departamento y la comunidad educativa. Sin embargo, a este protocolo “no se le ha dado la difusión necesaria y hay desconocimiento” del mismo”. - Efe