donostia - El joven de 18 años detenido como presunto autor de una agresión sexual a una menor en Donostia ingresó ayer por la tarde en la prisión de Martutene. Así lo decretó el juez tras tomar declaración al acusado en un largo interrogatorio que se ha prolongado durante dos días. El arrestado, que conocía a la víctima y con la que había trabado algún contacto previo, reconoció que mantuvo con la chica relaciones sexuales “consentidas”, extremo sometido a un pormenorizado análisis, entre otras razones, por el grado de discapacidad intelectual que presenta la joven, que inicialmente no interpuso denuncia alguna.

Si el varón arrestado se valió de esta circunstancia para forzarla, o si la propia chica no era plenamente consciente del contexto en el que ocurrían los hechos es algo que ha sido evaluado a la hora de decretar la medida. Hasta tal punto, que el juez dio orden de ampliar las diligencias, por lo que el arrestado, localizado en el inmueble ocupado del número 1 de la calle Moraza de Donostia, prestó declaración durante dos jornadas consecutivas.

Así, pasó a disposición judicial el martes a las 18.00 horas para volver a ser citado ayer a partir de las 9.00 horas. La medida de ingreso en prisión preventiva se decretó finalmente a las 16.45 horas, según confirmaron fuentes del Departamento vasco de Seguridad.

La familia de la víctima interpuso una denuncia por estos hechos el lunes en dependencias de la Policía vasca. Se da la circunstancia de que un día antes se había notificado su desaparición. La menor no llegó a casa a la hora acostumbraba, e inmediatamente se dio cuenta de ello a la policía. Agentes de la Er-tzaintza y de la Guardia Municipal activaron el protocolo de búsqueda y dieron con la menor en el centro de Donostia, en compañía del joven acusado de la presunta violación.

Según informaron fuentes cercanas al caso, la joven no comunicó inicialmente que había sido agredida sexualmente. Solo se procedió al arresto del varón una vez que la chica comunicó en casa las circunstancias en las que había tenido lugar el encuentro con el joven. Acto seguido, acudió a la comisaría en compañía de su familia para denunciar la presunta violación.

El hecho de que la presunta víctima sea menor y cuente además con una alteración del desarrollo cognitivo exige determinar su autonomía a la hora de mantener relaciones sexuales, su consentimiento y competencia en la toma de decisiones, cuestiones que han sido evaluadas antes de dictar la orden de prisión.

Una decisión que ha sido tomada en un contexto especialmente controvertido, a dos días de que comience la Aste Nagusia en Donostia -fiestas en las que el año pasado se denunciaron siete agresiones sexuales-, y con un ambiente un tanto enrarecido que ha despertado cierta crispación tras la violación múltiple ocurrida en Bilbao, tras la decisión de la jueza encargada del caso de dejar en libertad con cargos a cuatro de los seis arrestados, quienes deberán seguir presentándose a diario en el juzgado.

La decisión de dejar en libertad con cargos y con medidas cautelares a estos cuatro detenidos fue adoptada por la jueza al existir dudas sobre su participación en los hechos, ya que la víctima no pudo identificarles. La Asociación Clara Campoamor ha solicitado su personación en el caso como acusación popular y reclama al Juzgado el ingreso en prisión de los cuatro detenidos que permanecen en libertad, mientras que el Ayuntamiento de Bilbao formalizará también su presencia como acusación el próximo lunes.

Gasteiz también se ha visto empañado el ambiente festivo. Blusas y neskas secundaron ayer el llamamiento hecho por el Ayuntamiento de Vitoria y guardaron diez minutos de silencio en su tradicional “paseíllo” festivo por el intento de agresión sexual que tuvo lugar en la ciudad la medianoche del pasado sábado al domingo.

Con este telón de fondo, el Ayuntamiento de Donostia presenta hoy la campaña que pondrá en marcha durante estos días festivos contra las agresiones sexistas. Una concentración silenciosa, convocada por el Consistorio, denunció ayer los hechos. El alcalde, Eneko Goia, encabezó la protesta, que se celebró a mediodía, frente a la casa consistorial bajo el lema Contra las agresiones sexistas. La concentración contó ayer con la presencia de unas 150 personas, entre ellas miembros de la corporación y del gobierno foral de Gipuzkoa.

Goia hizo un llamamiento a la “sensibilización” para “desterrar” las agresiones sexistas de la ciudad, especialmente en vísperas del inicio de las fiestas, que deseó que se desarrollen con “normalidad” y sin “sobresaltos de este tipo”.

El Movimiento Feminista de Donostia también expresó su repulsa por la agresión sexual y celebró a su vez otra concentración de protesta ayer a las 19.00 horas, en el Boulevard donostiarra.

El Consejo de la Juventud de Euskadi, por su parte, emitió un comunicado en el que condenó las agresiones sexuales denunciadas en los últimos días en Euskadi. Sucesos cuyas medidas de prevención han suscitado recelos los últimos días. La jefa de la comisaría de la Ertzain-tza de Vitoria, Viki Landa, defendió ayer que los folletos difundidos por la policía vasca para prevenir agresiones sexistas, que han sido criticados desde los movimientos feministas al entender que ponen la responsabilidad en las mujeres y no en sus agresores.

En declaraciones a Radio Euskadi, la jefa de la comisaría de Vitoria recalcó que los folletos promueven la autoprotección, que es “la mejor” medida ante agresiones sexistas, robos o cualquier delito. “Son consejos simples y sencillos, que no pretenden reducir ni limitar la libertad de las mujeres. Todo lo contrario”.

Otro de los aspectos criticados, esta vez desde la asociación SOS Racismo, guarda relación con el hecho de “destacar, como vemos que se hace a menudo, el origen de los agresores”. La ONG quiso hacer un llamamiento a reforzar las denuncias y movilizaciones contra todas las expresiones de violencia machista y a garantizar que las mujeres puedan caminar libres por las calles “sin permitir que el racismo nos desvíe en este camino y genere más personas injustamente acusadas y discriminadas. La etnificación de la violencia machista nos aleja de su erradicación”.