madrid - El aumento de casos por sarampión en países desarrollados como Reino Unido, que ha perdido ya el estatus de haber erradicado el virus, no tiene una causa única. Sin embargo, este repunte ha hecho que alrededor de 7,2 millones de personas nacieron en el Estado español entre 1970 y 1980 constituyan el grupo al que el Ministerio de Sanidad recomienda que se vacunen frente al sarampión si no han sido vacunados previamente o no han padecido la enfermedad.

Sanidad ha asegurado que esta medida entra dentro de la programación de vacunas. Sin embargo, la vacunación sistemática frente al sarampión se comenzó a generalizar en 1981 a través de la vacuna triple vírica que protege también de la rubeola y las paperas, explica el doctor Luis Ignacio Martínez Alcorta, vocal de innovación de la junta directiva de la Asociación Española de Vacunología. Todos los niños nacidos a partir de ese año que cumplieron el calendario de vacunación están correctamente inmunizados.

En la década de los 70 se empleó una vacuna monovalente frente al sarampión pero solo durante un periodo breve de tiempo, por lo que no existe una protección óptima frente a la enfermedad para quienes ahora tienen entre 40 y 50 años, que son el “grupo diana” de la recomendación.

Ante la duda de si se está vacunado o se ha tenido el sarampión, “siempre es mejor vacunarse” porque no comporta ningún riesgo aunque se haya pasado la enfermedad. Existe una prueba analítica denominada serología para saber si una persona ha padecido o no cierta enfermedad “pero no se recomienda sistematizar su utilización porque es mucho más coste-efectivo y seguro vacunar”, precisa el doctor Martínez Alcorta. La única precaución a tener en cuenta para administrar la triple vírica es si está embarazada y si la persona tiene una patología crónica que comporte inmunodepresión o es alérgica a algún componente de la vacuna.

qué hacer Si se ha nacido en los años 70 hay que acudir al centro de salud para que el médico le asesore. En caso de que deba vacunarse, la vacuna es “totalmente segura, altamente eficaz y es gratuita”. Es una vacuna de virus vivos atenuados y se administra en dos dosis con una diferencia mínima de cuatro semanas entre una y otra. La protección es aproximadamente del 93%. Los efectos secundarios, si aparecen, son “leves y transitorios”. La tasa de vacunación de la triple vírica en 2018 era superior al 95% en la primera dosis, pero en la segunda dosis la mitad de las comunidades no llegó a cubrirla.

El sarampión es una enfermedad “tremendamente contagiosa”, por lo que si no se tienen “altas” coberturas vacunales del 95% o superiores el virus sigue circulando y se puede extender a otros países donde no circulaba de forma endémica. Es una enfermedad que puede llegar a ser erradicada, según la Organización Mundial de la Salud, que mantiene a España en la lista de países libres del virus por lo que no estamos ante una situación de urgencia pero hay que vigilarla. - Efe

Cómo se contagia. Se produce por vía respiratoria a través de la tos, los estornudos o al hablar. El virus puede permanecer hasta dos horas en el ambiente. La enfermedad cursa con fiebre alta, produce secreción nasal, conjuntivitis, tos y una erupción cutánea muy característica. Puede producir fallecimiento y las complicaciones frecuentes: neurológicas, neumonía, ceguera y diarrea grave.