pamplona - La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Pamplona ha condenado en fechas recientes a tres años de prisión a un varón de 39 años, vecino de Pamplona y de origen sudamericano, como autor de un delito de agresión sexual, en grado de tentativa, tras haber atacado sexualmente en 2010 de su cuñada, entonces menor de edad. El condenado aprovechó que su cuñada dormía en su casa, porque se encontraba cuidando de los hijos de él y de su hermanastra, para tratar de forzarla, llegando a tocarle por debajo de la ropa interior. Asimismo, la sentencia, que podrá ser recurrida, recoge que el autor de los hechos deberá indemnizar a la víctima con una cuantía de 3.000 euros por el daño moral causado.

Los hechos han sido juzgados casi diez años después de haberse producido el delito debido a que el acusado se fugó del país en 2010, tras prestar declaración en instrucción y mientras se encontraba en libertad provisional a la espera de ser juzgado en una fecha que ya había sido fijada. El encausado volvió en noviembre de 2018 al país, donde fue reconocido y detenido nada más aterrizar en el aeropuerto al pesar sobre él una orden de búsqueda y captura. Desde entonces se encuentra en prisión provisional, ahora cumpliendo condena tras haber sido juzgado en Pamplona.

el acusado estuvo 8 años fugado Los hechos sucedieron en marzo de 2010 cuando la víctima, que entonces tenía 16 años, acudió al domicilio que compartían su hermanastra y el procesado para cuidar de sus hijos, un niño de cuatro años de edad y una niña de año y medio, ya que los padres iban a salir a cenar fuera. Cuando el condenado volvió a casa, sobre las 23 horas y tras haber consumido bebidas alcohólicas, la víctima decidió irse a la cama junto a su sobrina para cuidar de ella y así, también, sentirse más acompañada. Fue entonces cuando el acusado entró desnudo en la habitación en la que dormían su hija y su cuñada, a la que agarró de las muñecas y arrastró hasta el pie de la cama. Con el fin de no dejarla escapar, el condenado se colocó encima de la joven y comenzó a besarla y a tocarle por debajo de la ropa interior. Después de forcejear, la víctima consiguió huir del domicilio escondiéndose en la calle desde donde llamó a su hermana a quien contó que el acusado había intentado violarla.

La Sala dio por probada “la violencia desplegada por el acusado, consistente en que el acusado agarró de las muñecas a la menor, la tiró a la zona de la cama donde reposan los pies, se colocó encima tratando de desnudarla, a lo que ella se opuso clavándole las uñas y moviéndose todo lo que podía para evitar que el acusado le quitara la ropa”. Asimismo, el tribunal subraya al respecto que no existe duda acerca de la verosimilitud del testimonio de la víctima, que su declaración fue clara, coincidente y persistente en la incriminación y que tampoco existe ningún motivo espurio en la denuncia. En el juicio la Fiscalía solicitó cuatro años de prisión por un delito de agresión sexual en grado de tentativa, mientras la acusación particular que ejercía la víctima elevaba esa cifra hasta la pena máxima, 12 años de cárcel, al calificar los hechos constitutivos de un delito de consumado de agresión sexual. Por su parte, la defensa del acusado pidió la absolución.