Pamplona- La Guardia Civil, en el marco de la Operación "Chenilbur", ha investigado a tres personas de 23, 28 y 43 años como presuntas autoras en distinto grado de los delitos de estafa, intrusismo profesional, falsedad documental y maltrato de animales, en concreto de una perra de la raza boxer.

El pasado mes de agosto, informa la Guardia Civil en un comunicado, el Seprona de la Comandancia de Burgos tuvo conocimiento de una posible estafa a una persona de Navarra en la compra de un perro en un criadero ubicado en la comarca Odra-Pisuerga.

Estas instalaciones y su responsable ya estaban siendo investigados desde hacía meses y fue en el mes de julio cuando se produjo la intervención de los agentes.

Posteriormente, a raíz de la denuncia presentada en Navarra por el comprador de una cachorra de raza boxer, los agentes consideraron que la venta del animal podría ser una estafa.

Según el informe de un veterinario particular, la perra presentaba una extrema delgadez, se encontraba muy débil y claramente desnutrida y tenía garrapatas y pulgas. Además, carecía de pasaporte canino de identificación.

El animal tenía el preceptivo microchip, pero, en el momento de la compra, no había sido dado de alta aún en la base de datos de identificación de animales de compañía de Castilla y León.

Los agentes comprobaron que el microchip fue dado de alta posteriormente por un veterinario, en connivencia con el criador, y presuntamente de manera fraudulenta, alterando datos esenciales en el registro como el titular y la fecha del implante.

Al criador y el colaborador se les considera presuntos autores de un delito de estafa, y al primero también de intrusismo profesional y maltrato animal. Al veterinario se le imputa un delito de falsedad documental.

Las diligencias instruidas han sido presentadas en el Juzgado de Instrucción número 5 de Navarra.