pamplona - La Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra presentó ayer el Instituto de Investigación en Biodiversidad y Medioambiente, un centro creado con el fin de “abordar cuestiones clave sobre la naturaleza y el futuro del planeta y coordinar y difundir la investigación ambiental realizada en la Universidad de Navarra bajo un enfoque multidisciplinar, respondiendo así a los principales retos medioambientales a los que se enfrenta la sociedad”, explicó Jesús Miguel Santamaría, director científico del Instituto.

Una de las razones que ha llevado a la Universidad de Navarra a crear este Instituto es la de “reunir las líneas de investigación y apostar por un grupo de investigación más grande y que aborde el estudio de la problemática ambiental desde un punto de vista multidisciplinar, ya que los procesos que ocurren en la naturaleza se encuentran interconectados y nunca operan de manera aislada”, indicó el director. Inicialmente, el Instituto reúne a 35 investigadores de distintos Departamentos de la Universidad.

Otro de los objetivos del Instituto es el de “contribuir a que Navarra sea un referente en el medioambiente y en la investigación y divulgación científica en este campo. Vivimos en una comunidad privilegiada, que es una de las más ricas en biodiversidad, y que constituye el marco ideal para realizar estudios representativos a escala nacional”, apuntó Santamaría, quien afirmó que, aunque la mayoría de la investigación se centrará en Navarra, también participarán en proyectos nacionales e internacionales.

Por otra parte, el Instituto nace con vocación de proporcionar a la industria los resultados de sus estudios y ofrecer servicios y colaborar con entidades públicas y privadas, administraciones, universidades y entidades locales. “Queremos estar abiertos a la sociedad y que toda la experiencia y conocimientos de los profesionales e investigadores que forman parte del Instituto, así como las infraestructuras que lo componen, puedan estar a disposición quienes trabajan en temas relacionados con el medioambiente”, señaló Inmaculada Pascual, una de las expertas que integran la junta directiva del Instituto junto a los profesores Ignacio López-Goñi, José María García-Mina y Rafael Miranda.

El Instituto se organiza en cuatro líneas de investigación de carácter transversal: la monitorización y gestión de ecosistemas, los impactos de la actividad humana en el medioambiente, el cambio global y la biodiversidad, y la comunicación y educación ambiental, siendo esta última un área divulgativa ligada a la actividad del Museo de Ciencias de la Universidad de Navarra.

educación ambiental “El Museo colabora con el Instituto en todo lo que tiene que ver con la comunicación y la divulgación de la ciencia. Queremos apoyar toda la investigación que se haga, promover los mensajes de defensa, diversidad y cuidado del medioambiente y que esos mensajes lleguen a la ciudadanía”, explicó Ignacio López-Goñi, director del Museo de Ciencias, donde se organizan cursos y campamentos de verano, conferencias y exposiciones para fomentar la educación ambiental y la participación ciudadana.

“El Instituto pretende transmitir mensajes positivos, basados en la ciencia, sobre los principales problemas ambientales, de manera que la sociedad pueda tomar conciencia sobre la necesidad de trabajar de forma conjunta para intentar que este mundo sea un poco más sostenible”, concluyó Santamaría.

Red de ecosistemas sensibles al cambio climático en los Pirineos (REPLIM). Los investigadores de la Universidad de Navarra forman parte del proyecto REPLIM, una iniciativa que pretende evaluar los impactos del cambio climático en el Pirineo a través del estudio de lagos y turberas (humedales que secuestran carbono). La principal actividad consiste en determinar la capacidad de secuestro de CO2 de las turberas pirenaicas, cuantificar la emisión de gases de efecto invernadero de estas e investigar su evolución bajo diferentes escenarios del cambio climático. Gracias a ello será posible establecer si las turberas pueden pasar de ser sumideros a emisiones de CO2, lo cual supondría un incremento notable de la temperatura de la Tierra.

Monitorización integrada en una cuenca forestal del Parque Natural del Señorío de Bertiz. Este proyecto realiza el seguimiento intensivo de una cuenca forestal del Señorío de Bertiz con el fin de lograr un conocimiento exhaustivo de su funcionamiento, su estado actual y sus perspectivas de conservación. Se enmarca en el Programa de Cooperación Internacional de Monitorización Integrada (ICP-IM), perteneciente al Convenio de Contaminación Atmosférica Transfronteriza a Larga Distancia (CLRTAP) de la UNECE.

Impacto de las presas en la conservación de la fauna piscícola de la Amazonía Andina. Los objetivos del proyecto son evaluar el estado de conservación y los requerimientos ambientales de los peces de la Amazonía Andina, analizar el impacto que supone para dichas especies la presencia y construcción de nuevas presas y desarrollar una herramienta útil para la toma de decisiones en la priorización y emplazamiento de las futuras presas.

LiquenCity II: expandiendo el uso de los líquenes como bioindicadores del aire en tu ciudad. Los líquenes son excelentes indicadores de la contaminación del aire y han sido utilizados por los científicos para observar los niveles de contaminación en todo el mundo. Así lo ha revelado la primera fase del proyecto de ciencia ciudadana Liquencity, donde han colaborado más de 2.000 ciudadanos de Madrid y Barcelona. La nueva fase del proyecto, Liquencity 2, va a ampliar el estudio a Pamplona, Oviedo y Pontevedra. Gracias a una nueva aplicación para dispositivos móviles, alumnado y profesorado de Secundaria, Bachillerato y FP analizarán los líquenes que existen en cada ciudad. Los datos, validados en la plataforma Natusfera por expertos, pasarán a formar parte de la Infraestructura Mundial de Información en Biodiversidad (GBIF). Se trata de un proyecto de ciencia ciudadana al servicio de la comunidad científica global.