- Escuchar a las autoridades sanitarias, informarse bien, no tomar más precauciones que las necesarias, no exagerar y mantener la calma son algunas de las recomendaciones que ofrece para reaccionar lo mejor posible ante el COVID-19. Entrevistamos al vocal del colegio oficial de psicólogos de Álava, Francisco Javier de las Rozas.

Lo primero que recomiendan es no hablar "constantemente" del coronavirus.

-Sí. Es importante para que no se extienda el miedo y el pánico.

¿Y es normal sentirse triste, estresado, confundido, asustado o enfadado ante esta situación?

-Sí, sobre todo, entre las personas que pertenecen a la población de riesgo o aquellos que ya estén padeciendo la enfermedad. Y en esos casos aconsejamos que, si por sus propios medios, no consigues gestionar las emociones, puedes acudir a los servicios psicológicos. Hoy en día con las terapias on line, por ejemplo, puede ser una alternativa para todas esas personas que están aisladas y si las emociones no son tan intensas, por lo menos, intentar mantenernos entretenidos en casa, con la lectura o viendo series de televisión. También podemos hacer algunas de las actividades que recomendamos los psicólogos, como respiraciones, o todas las relacionadas con mindfulness (técnicas de atención plena), que nos van ayudar a mantener la calma y a gestionar las emociones. Y si se puede hacer vida normal, recomendamos hacer alguna actividad que nos guste.

¿Hay ahora más gente que reclame vuestros servicios psicológicos?

-En principio no, pero cuando pasan estas cosas suele haber un poco más de afluencia de personas hipocondriacas, entre esas personas que creen que están tosiendo más de lo normal, o entre las que sienten un pinchacito, que los demás no les damos importancia, ellos reaccionan poniéndose en lo peor. En todo caso, la afluencia es normal, de momento.

El temor a lo desconocido tiene una parte buena, que es la que nos hace mantenernos más en alerta.

-Sí. Como emoción, ansiedad o miedo, en realidad son adaptativos. Nacemos con ellas y son sistemas de defensa que tiene nuestro cuerpo para, digamos, ayudarnos a sobrevivir o reaccionar ante determinados problemas. En este sentido, a veces incluso son favorecedoras, al estimularnos a hacer cosas o a poner soluciones, siempre y cuando éstas no sean excesivas o se magnifiquen, para que sean.

Un ejemplo son las compras compulsivas en los supermercados...

-No hay desabastecimiento en los comercios y no hace falta ir corriendo a ellos. Detrás hay ese miedo, pero hay que transmitir desde autoridades y medios es esa realidad de que no va a haber ese desabastecimiento.

Uno de los casos más curiosos es llevarse a casa papel higiénico hasta dejar vacías sus baldas. ¿Puede ser un efecto placebo, en el sentido de que su compra ayuda a sentirse útil?

-Sí, pero no sabría muy bien su explicación exacta. También se ha dicho que es porque hay personas que usan ese papel higiénico para hacer mascarillas caseras.

¿Qué consejos son necesarios en estos momentos?

-Lo mejor es, como decimos en el decálogo, que el miedo no alcance miedos excesivos para poder bloquearte. El miedo, como decimos, no es un virus, pero puede resultar contagioso. Hay que escuchar sobre todo a las autoridades sanitarias y no exagerar, no tomar más precauciones de las necesarias, y confiar en que muchas de las personas que están sufriendo esta enfermedad tienen un porcentaje muy alto de recuperación. También es importante que las personas que estamos bien que no estigmaticemos, crucifiquemos a las personas que la están padeciendo, para que sientan nuestro apoyo y solidaridad porque hay personas que están perdiendo a seres queridos.

Hay personas que trivializan el coronavirus y otras que, sin embargo, lo están magnificando.

-Sí. En el término medio estaría la virtud, ¿verdad? Está bien informarse, pero no sobreinformarse. Hay que hacerlo por fuentes fidedignas y los medios de comunicación lo estáis haciendo bien, al dar la información que os dicen las autoridades.

Pero, precisamente, es también una de las épocas en las que más bulos están proliferando.

-Sí y eso es lo que crea más alarmas a la población, y se deberían controlar. Por eso hay que evitar difundir estos bulos a nuestros conocidos hasta que no esté contrastado.

Sentir algo de angustia es más inevitable entre los grupos más vulnerables a sufrir. ¿De qué manera pueden afrontar mejor esta situación?

-Bueno, lo que intentaríamos desde el Colegio de Psicólogos de Álava sería aconsejarles de que no se pongan en lo peor anticipadamente, que confíen en la ciencia, en los recursos que tenemos, que sigan todas las recomendaciones que estamos escuchando estos días y que piensen que en caso de que sufran emociones fuertes, como angustia o temor, que en el pasado igual también tuvo miedo de otras cosas y que lo superó. También que hay una inmensa mayoría de personas que se están curando. Todo eso va a favorecer a que se tenga una actitud más positiva.

También es importante que no se queden tampoco encerrados en sus casas, para no contribuir a esa sensación de soledad de las personas mayores que viven solas...

-Sí, la persona contagiada sí que debería de permanecer aislada, pero aquellas que no, podemos seguir las precauciones que nos están dando las autoridades sanitarias para hacer nuestra vida lo más normal posible.

¿Y para los menores?

-Para los menores lo que aconsejamos es que según la edad de cada niño, hay que hablarle en función de sus años, pero no sobreinformarle, es decir, si nos pregunta, que le aclaremos todas sus dudas. Y luego es importante saber que somos su referente, un modelo para los niños. Si ellos nos ven desestabilizados, llenos de pánico, ellos también van a reaccionar así. En la medida que nosotros podamos contener esa emoción, les podremos hablar de este tema y darles tranquilidad.

"Se ha dicho que hay gente que está comprando más papel higiénico para hacer mascarillas caseras"

"Hay que aclarar todas las dudas que tengan los menores, pero tampoco hay que sobreinformarles"