- El Gobierno estatal va a empezar a repartir mascarillas puntualmente en metros, estaciones y zonas de aglomeración. Lo que antes no parecía necesario ahora es conveniente ¿Por qué?

-Lo que está limitando a los países a impartir esa orden de obligatoriedad es la escasez. No poder cumplir con la población, por falta de suministro. Hay países en los que ya es obligatorio como la República Checa, Austria, la zona cero de Italia.

Su vídeo sobre la necesidad de llevar mascarillas se ha hecho viral en las redes. Las partículas suspendidas en el aire a modo de aerosoles se nos escapan de control... ¿Si hay partículas tan pequeñas al menos las grandes las deberíamos de frenar con mascarillas?

-Las mascarillas quirúrgicas, que son las más vistas, no están pensadas para partículas de menos de cinco micras. Permiten bloquear sobre todo la expulsión de gotitas de la persona que lo lleva, esa es su mejor aplicación. Y sirven de barrera para las gotas que llegan de fuera de más de cinco micras. Pero se nos olvida que hay un potencial de infección que son las gotitas de menos de cinco micras que son los aerosoles. Y es una posibilidad de contagio que queda por cuantificar. Las mascarillas FFP incorporan en su interior un filtro y son las que retienen esas gotas. Pero una mascarilla quirúrgica normal, igual que una casera, hace de barrera frente a la inmensa mayoría de partículas de más de cinco micras. Las de menos de cinco micras pesan tan poco que pueden estar a tu alrededor como una nube en el aire, como el polvo en suspensión. Y tú, con la respiración, las puedes atraer, y con una mascarilla normal también te puede llegar por los laterales. Estos aerosoles se generan sobre todo en ambientes determinados, por ejemplo en hospitales o empresas que trabajan con determinada maquinaria de muchas revoluciones. Entre dos personas que hablan lo normal es que ninguno emita una cantidad importante de aerosoles pero si se tose o estornuda entonces la cantidad aumenta.

¿Esas minipartículas se pueden quedar en el aire durante mucho tiempo, más de tres horas señalas?

-Se ha visto en estudios en laboratorios que pueden seguir hasta tres horas y más, por ejemplo en una habitación estanca. Tiene la ventaja de desaparecer inmediatamente cuando hay un poco de viento porque pesan muy poco y se dispersan. Es recomendable ventilar las estancias, en especial si ha habido gente con tos.

¿En la calle no es posible que existan esas micro partículas?

-En la calle es poco probable que te encuentres con una nube de aerosol porque el viento se lo lleva. En la calle -exteriores por lo general- el sistema de contagio es a través de gotas de más de cinco micras. Y por lo tanto con mascarillas normales, y caseras incluso, lo paras en los dos sentidos, el que proyecta y al que le proyectan.

¿Gotas que se emiten al hablar no solo al estornudar?

-Cuando hablamos sin más también se emiten continuamente partículas, sobre todo de más de cinco micras. Al hablar normalmente no se aerosoliza tanto. De ahí la importancia de llevar mascarilla, también porque las gotas de más de cinco micras tienen mucha más carga viral y se pueden detener con la mascarilla.

¿Por qué razón la comunidad científica no se ha puesto de acuerdo en marcar unas pautas comunes para toda la población, en especial sobre el uso de las mascarillas?

-Las cosas están cambiando principalmente desde que los dirigentes norteamericanos están acojonados. De la noche a la mañana se está empezando a hablar de la necesidad de utilizar mascarillas. Los principales errores en esta pandemia los ha cometido la OMS que marca las pautas a nivel internacional. El error de la OMS y de algunas autoridades sanitarias que les han seguido ha sido no empezar a recomendar el uso de mascarillas en el mismo momento en que se conoció, a finales de enero, que más de la mitad de los contagiados eran de personas asintomáticas. Han tardado dos meses enteros en cambiar el chip y decir que hacen falta mascarillas. No puede ser casualidad que los países con mejores resultados hayan sido también los que utilizan mascarillas de forma masiva.

¿Cómo han cambiado esas directrices de la OMS en dos meses?

-Cuando se sabía que la mitad de los contagios eran de personas asintomáticas la OMS mandó una instrucción para que se pusiera mascarillas a los pacientes que tenían COVID-19 pero en realidad no se sabía quién tenía y quién no, precisamente por los asintomáticos. Tardaron mucho y posteriormente aceptaron por fin que los trabajadores sanitarios también la utilizaran, y ahora están hablando que es mejor que las use todo el mundo. Ésa ha sido la progresión. Mantener esa negativa, porque no hay ningún estudio científico que demuestre al cien por cien que son efectivas, no sirve porque hay multitud de evidencias de que sí protegen en muchas circunstancias. Si la lleva un paciente aunque sea asintomático el contagio se reduce en gran medida. Por ponerte un ejemplo, todos los cirujanos del mundo las usamos en las operaciones.

¿También hay que llevar guantes?

-Hay que usarlos bien. Un guante bien usado, puesto cuando hay que poner y quitado cuando hay que quitar, está bien. Ahora bien, salir con los guantes, ir tocando superficies y llegar al coches y abrir la puerta puede que estés trasladando el problema.

¿Y con los test, también ha habido falta de previsión? ¿Llegan tarde?

-La OMS también se confundió gravísimamente al inicio recomendando hacer test solo a pacientes con síntomas como si fueran los únicos afectados. Ha dado muchos bandazos. Yo soy súper crítico con la OMS, que incluso declaró la pandemia tan tarde como el 11 de marzo. A nosotros nos quedaban solo dos días para declarar el confinamiento total de la población. Han desbordado a los gobiernos... Habría que revisar profundamente en el futuro la actuación que ha tenido esta organización.

Hay varios tipos de test, ¿cuales se deben hacer? ¿Primero a las residencias aunque lleguemos tarde?

-Es uno de los lugares donde se tenía que haber hecho test desde el principio. Los países que mejor han sorteado esta crisis han hecho test también a personas asintomáticas, han llevado a cabo una selección sobre todo en lugares donde hay mucha comunicación, interacción con las personas, por ejemplo, sanitarios, trabajadores del comercio, gente expuesta...

¿Que países lo han hecho bien con el uso de las mascarillas?

-En Japón se han prohibido eventos y se han cerrado los colegios pero las empresas están llenas gracias a las mascarillas, que en muchos casos son incluso de tela. Han mantenido un nivel de contagio bajo. Taiwan, China, Corea y la República Checa también lo han hecho bien.

¿Ahora que llega la desescalada serán más necesarias?

- Si supiéramos quienes ya tienen anticuerpos esas personas podían estar permanentemente en la calle, trabajando, haciendo cosas porque no van a infectar. Ellos no necesitarían mascarllla, pero los demás sí. Sería una fórmula muy buena.

¿Qué le preocupa ahora de esta crisis sanitaria que se alarga de forma imprevisible?

-Me preocupan las consecuencias socioeconómicas. Esto va a ser largo, nos vamos a pegar muchos meses sino todo el año con precauciones, restricciones, un paso adelante y un paso atrás en la apertura... Me preocupa que la población no use o no reconozca la importancia de las mascarillas. Son importantísimas, tanto que si no hay en las tiendas la gente se la tendría que hacer en casa. Esto es una guerra, y en tiempos de guerra hay que aplicar soluciones de guerra. Hay muchos tutoriales para ello. En estos tiempos no es necesario evidencias científicas que estén demostradas al cien por cien. Con que haya indicios de que algo funciona hay que aplicarlo si no implica un riesgo grave. Incluso la OMS está impulsando estudios con fármacos que no están demostrados y que incluso pueden ser tóxicos. Lo primero que tenemos que hacer es descongestionar los sistemas sanitarios y que el país vaya recuperando la actividad sociolaboral de las personas de una forma progresiva. Y si al final me infecto, mejor dentro de seis meses que ahora.

El uso de mascarilla en países asiáticos es más común, más cultural.

-Sí claro. Aquí sería fantástico que las marcas de moda adoptaran las mascarillas como otro producto más durante los 365 días del año porque la mascarilla tiene que estar entre nuestras medidas de higiene. Mi ilusión es que pase a formar parte del armario y cuando alguien la utilice por la calle no lo veamos como un raro, un tipo enfermo, un estigma sino como alguien que se está cuidando él y te está cuidando a ti. Lanzo dos recomendaciones, además, si se reutilizan mascarilllas. Por un lado que se marquen las iniciales para no compartir con nadie tu mascarilla y, por otro lado, hay que utilizarla siempre por el mismo lado. Además, por el lado interior no conviene tocarla con los dedos ni apoyarla en superficies que pueden estar contaminadas.

"Los principales errores de esta pandemia los ha cometido la OMS y se ha hecho seguidismo?