on el acto simbólico de la entrega de llaves, ayer se hizo realidad el sueño cumplido y compartido de cuantas personas han vivido y trabajado con la esperanza y la ilusión de volver a pisar el refugio Ángel Olorón Aterpea en Belagua, que ayer comenzó una nueva etapa tras permanecer cerrado durante dieciséis años.

Seis años desde el inició del proyecto y dos de obras han permitido hacer realidad el sueño de mendizales de todos los tiempos, impulsores e instituciones hasta volver a abrir las puertas del emblemático y entrañable refugio.

Con el cartel de completo para este fin de semana, los nuevos gestores y representantes de la Federación Navarra de Deportes de Montaña y Escalada, Martín Montañés y Koldo Aldaz (presidente y vicepresidente ) presentaron ayer las instalaciones a los medios de comunicación y a cuantas personas se acercaron al lugar tras conocer la noticia.

Con visible satisfacción por arrancar la nueva etapa tras un último tramo de obras complicado por la covid y con retraso respecto a los plazos iniciales que fijaban su apertura para el pasado diciembre, el de ayer fue calificado como "un día feliz, de objetivo cumplido" por ambas partes presentes en un acto adelantado a la inauguración oficial que tendrá lugar el próximo 25 de septiembre con la presencia de la presidenta del Gobierno foral, María Chivite.

Una vez entregada la licencia de apertura el miércoles por el Ayuntamiento de Isaba, salvadas las discrepancias referentes a la falta de presentación del informe favorable de modificación de obras, Koldo Aldaz (responsable del proyecto) reconocía que "ha sido la celeridad del departamento de Medio Ambiente quien ha propiciado que no se demorara más la apertura y hoy nosotros estamos orgullosos de haber rehabilitado el edificio con todas las actividades educativas, campamentos, travesías y formación". El montante total del proyecto asciende a 2.200.000 euros, de los que 800.000 corresponden al refugio. Recordaba Aldaz que esto ha sido posible gracias a la ayuda de la CTP (programa POCTEFA 2014/2020 con el objetivo de reforzar la integración económica y social de la zona fronteriza España-Francia-Andorra con actividades transfronterizas). Proyecto Belarouat financiado por fondos FEDER (65%), Gobierno de Navarra (25%) y Federación (10%).

Martín Montañés significaba por su parte que la apertura del Ángel Olorón era celebrada por todas las federaciones territoriales de montaña, al tiempo que recordaba que este es un proyecto del que participan cinco socios: La Federación Navarra que preside, la Junta del Valle de Roncal, la sociedad pública NICDO, la comarca de Lescun y la ligue de L'Enseignement.

El equipo vestido con una edición limitada de camisetas de vivos colores se estrenó en las instalaciones: Angel Morató, Juan Solana y Blanca Gordaliza, los tres nuevos guardas; con el ayudante, Endika Uriondo; Nuria Larroya es la encargada del bar, Zoilo Igarza, cocinero, y Candela Morató (ayudante de cocina). Todos atendían, con los naturales nervios del primer día en el albergue transformado con mucha luz adaptados a las circunstancias de la crisis sanitaria.

"Es así, nos hemos ido adaptando y asumiendo que nos toca abrir en plena pandemia. Estamos completos, pero con el aforo reducido a la mitad, 28 de las 56 plazas", explicaba Ángel Morató, al tiempo que añadía la esperanza de que pronto el Gobierno foral les permita aumentar la ocupación al 60%.

Reconocía Morató que el camino ha sido duro, con baches importantes y momentos difíciles que han retrasado la apertura. "Cumplir las exigencias de Medio Ambiente requiere un esfuerzo grande", puntualizaba. Sea como sea, ha llegado el momento esperado de hacer realidad un proyecto "movido por la ilusión de mucha gente. Era cuestión de emociones", expresaba. Fue esta energía la que recibió Morató y le impulsó a lanzarse a la aventura con la experiencia en gestión de otros refugios, una decisión que, según declaraba, desde el principio contó con ayuda de todos los agentes implicados.

Morató y su equipo esperan la llegada de montañeros y turistas al refugio para desarrollar su propio proyecto de bar, restaurante y pernocta, con su filosofía de cercanía, descanso y salud. Con las medidas recomendadas y aún con los contratiempos derivados de la crisis, no se echan para atrás. "

Esperaremos al público y a las nieves. Pasaremos aquí buena parte del año, no tenemos miedo. Somos gente de montaña", afirmaba.

La de ayer fue presentación y apertura. Todo el mundo que se acercó pudo recorrer el refugio, sus siete habitaciones repartidas en dos plantas, (56 nuevas literas que podrán sumar 90 si se completa la segunda fase), sus baños y su luminoso comedor abierto a las altas cumbres.

Si a alguien le dolía ver el refugio en ruinas era aquellas personas que lo impulsaron con pasión e incluso, presenciaron aquella inauguración de 1971, como el montañero Gregorio Ariz. El nuevo refugio es también el sueño cumplido de Paquita Bretos, viuda de Ángel Olorón, en cuyo rostro de gesto feliz e inquieto se reflejaba la emoción de la mañana. A sus 93 años, Paquita no se lo podía perder , y llevó su alegría y sus recuerdos por todo el refugio, de arriba a abajo con una escena de volver a pisar el viejo ladrillo, subir por la misma escalera y mirar por la ventana. Recordar los nombres de las habitaciones en sus puertas y comentarlo con compañeros, históricos como ella de la montaña navarra, como el propio Gregorio Ariz, Pili Ganuza y otros amigos.

Hasta el lugar se acercaron también Loli Arnedo y Martín Guerra oriundos de Cascante y vecinos de Lasarte. Su primera salida de la Ribera a la Montaña fue al Valle de Roncal. Una tarde de hace cuarenta años la niebla les sorprendió en el monte y el refugio les dio cobijo. "Lo recordamos como un sitio con muchísimos montañeros. Aquí comimos y volvimos en otras ocasiones hasta que se cerró. Nos gusta como ha quedado, resulta muy atractivo y nos alegramos mucho de su apertura. Allí se encontraron con el murchantino Ángel María Martínez Aguado, que tiene una borda desde hace doce años. "Ha sido muy triste verlo cerrado tantos años y ahora estamos muy ilusionados", confesaba. Décadas en el valle cuenta Ángel María Martínez Sánchez, de Pamplona, Desde hace cuarenta años acude al camping de Asolace cada fin de semana, pero es amante del refugio. "Lo conocí con su peculiar diseño que han mantenido, y ahora se suma a la oferta de servicios del valle, y además, con un buen equipo humano", opinaba Martínez.

El grupo de amigos y montañeros de Mendillorri formado por: Fernando Pozueta, Asun Jiménez, Fernando Chocarro y Cristina Beroiz, llegaban de travesía. "Hace veinte años que venimos a casa Montxarregi, en Uztárroz. Estamos muy contentos. Nos parece una maravilla ", apostillaron.

Primer brindis y larga vida al nuevo refugio Ángel Olorón aterpea, tan apreciado en el tiempo.

"Ha costado un enorme esfuerzo y ahora esperamos que nunca más se cierre"

Presidente de la FNDM y Escalada

"Gracias a la Federación por su apoyo porque en los momentos difíciles siempre ha estado ahí"

Guarda del refugio Ángel Olorón

16 años cerrado. En 1971 lo edificó el Club Deportivo Navarra y se cerró en 2004. La FNDM y Escalada cede ahora por cinco años la gestión al equipo encabezado por Ángel Morató.

Reservas. Desde ayer todos los servicios de bar, restaurante y pernocta están abiertos. El aforo es del 50%, 28 plazas y esperan aumentar pronto al 60%. Para realizar reservas llamar al tfno 623107317 y sitio web 'https://refugiobelagua.es' , en donde viene completa información de actividades y medidas

Las emociones que despierta el refugio Ángel Olorón ha sido el motor de su rehabilitación.