La consejera de Salud, Santos Induráin, defendió ayer el incremento en la atención no presencial dentro del Sistema Navarro de Salud (SNS-O), una reorganización que para Navarra Suma supone una limitación de libertades a los ciudadanos con un triaje “generalizado e indiscriminado”. Santos defendió la atención no presencial por la necesidad de “reorganizar la asistencia” para “dar una respuesta segura y eficiente” ante la pandemia de la covid 19 mediante consultas telefónicas “de alta resolución clínica” y triajes seguidos de atención presencial. No lo ve así Cristina Ibarrola, de Navarra Suma, que consideró que la consejera “ha aprovechado la crisis sanitaria para imponer un cambio abrupto, con falta de visión y a todas luces erróneo” tomando “un atajo absolutamente equivocado”. La consejera reconoció que “con el paso del tiempo se ha generado inquietud por parte de la población al detectarse dificultades en la accesibilidad”. Para poner solución a esto, ha indicado, “se están desarrollando medidas organizativas para lograr una mayor capacidad de citación presencial”, una reordenación que busca “un equilibrio razonable” entre varios tipos de asistencia. La atención no presencial en Atención Primaria, recordó la consejera, ya se ofrecía antes de la pandemia, aunque esta se ha incrementado pasando de representar un 31,87% entre enero y agosto del 2019 al 59,73%.