ecordar, agradecer y aprender, los tres pilares sobre los que va a florecer el jardín de la memoria que el Gobierno foral va a instalar en la zona verde que se encuentra entre el Banco de Sangre y el edificio A del CHN. Un espacio para recordar y llorar a quienes se ha llevado la pandemia; para reconocer la labor de todas aquellas personas que han estado al servicio de los demás en los momentos más duros; y para aprender de todo lo vivido para salir adelante de una crisis sanitaria a la que todavía no se le ve el final.

Todo un símbolo para no olvidar una de las épocas más duras que la humanidad ha vivido en las últimas décadas y que contará con composiciones florales y arquitectónicas que inviten a reflexionar. Ayer se pusieron las primeras flores de este jardín, un ramo para cada zona ideada: lo perdido, lo agradecido y lo aprendido, valores que ayer encarnaron tres personas que han estado al pie del cañón durante toda la pandemia: Raquel Mateo, presidenta de la Asociación Goizargi para el Duelo; Mohamed Amnay, mediador intercultural de Cruz Roja; y Maite Ayarra, médica del Centro de Salud de Huarte. Esta última, en representación de lo agradecido, hizo un repaso de lo vivido durante los meses duros de la pandemia en los centros sanitarios y sociosanitarios y advirtió del cansancio que acumulan los trabajadores. "La gente está preocupada por lo que puede pasar ahora, y la realidad es que los sanitarios estamos muy cansados y hay mucha incertidumbre. Ya no tenemos esa ilusión que había durante el confinamiento de poder salir de esta crisis, pero que todos sepan que el compromiso lo mantenemos", sostuvo Ayarra.

La médica destacó que "nunca habían estado tan cerca la sociedad y la comunidad sanitaria" y recordó las miles de epis que se realizaron desde el tejido social para que a los sanitarios no les faltase protección. "Una de las cosas más llamativas ha sido la capacidad de adaptación. En los hospitales y los centros de salud no había barreras entre sanitarios, íbamos todos a una", destacó Ayarra.

Acompañar en el duelo Si la pandemia de la covid-19 está teniendo múltiples consecuencias negativas en la sociedad, sin duda las víctimas son la más trágica de todas, más todavía cuando se han ido sin poder despedirse de sus seres queridos. Por eso, en estos momentos de dolor es fundamental la labor que ejercen asociaciones como Goizargi, que acompañan a las familias en el duelo. Así, Raquel Mateo expresó que la sociedad al completo se encuentra "en duelo" al no haber podido acompañar a los cientos de fallecidos en los últimos días. "Llevamos meses sintiendo muchas emociones sin saber que hacer y ahora es muy duro tomar conciencia de todo lo perdido", señaló Mateo, que añadió que sería bonito que entre todos "diésemos luz a cada familiar y a cada duelo".

"Todos somos sociedad" Por último, en representación de lo aprendido, Mohamed Amnay, mediador intercultural de Cruz Roja, puso de manifiesto una de las lecciones que ha enseñado la pandemia: todos somos sociedad. "Los colectivos vulnerables, las minorías, los migrantes... también son parte de la sociedad y todos somos necesarios para salir adelante en esta crisis", defendió Amnay. El mediador destacó la labor de comprensión que han llevado a cabo para explicar a las personas de otras culturas la importancia de cumplir con las normas de prevención de la covid-19, para que ninguna persona se quedase atrás. "Hemos trabajado mucho, por ejemplo, durante los días de ramadán, para evitar que las mezquitas o las casas se convirtieran en un foco de contagios. Ahora lo hacemos con la campaña agrícola", matizó Amnay.