Farmacias francesas han constatado la afluencia de personas desde España que acuden a realizarse pruebas de coronavirus pese a que tanto Navarra como Euskadi han impuesto confinamientos perimetrales, excepto que existan causas justificadas. Especialmente importante es la presencia de interesados que cruzan la muga para hacerse test en establecimientos de Hendaya, donde la mayoría de las seis pruebas diarias que realizan de media corresponden a personas procedentes de España. El precio de los test de antígenos es de 25 euros y el de los serológicos, 18 euros, según ha informado este sábado La Sexta.

Las farmacias francesas se ha convertido en el modelo a seguir a la hora de implantar este sistema que reclaman varias comunidades en España. La clave del sistema francés es establecer 'circuitos COVID' seguros, de tal manera que los casos sospechosos de coronavirus o la gente que quiera hacerse la prueba no tenga que mezclarse con los clientes habituales de las farmacias.

En el caso de Francia, muchas farmacias han optado por instalar junto a sus locales carpas abiertas y bien ventiladas en las que poder hacer el test nasal de antígenos a los ciudadanos. Lo fundamental es tener los dos espacios separados, para no poner en peligro a posibles grupos de riesgo. Otras farmacias, dependiendo de sus posibilidades, optan por establecer los corredores en el interior de las farmacias, en salas contiguas que permanezcan vacías.

Quienes hacen la prueba pueden ser farmacéuticos en horarios específicos o estudiantes en prácticas, a quienes no se les exige una formación en particular. Las pruebas son gratuitas para los ciudadanos franceses, puesto que su precio, de 8,40 euros, lo asume el sistema francés de Seguridad Social. De hecho, quien quiera saber si tiene covid-19 a través de esta vía no necesita receta médica. Los únicos requisitos es ser mayor de edad, no superar los 65 años y no tener otra enfermedad que pueda desvirtuar el resultado del test de antígenos (en ese caso, recomiendan hacerse una prueba PCR).

En Estados Unidos, las autoridades reguladoras han aprobado el primer test rápido que puede hacerse en casa uno mismo. Cuesta 40 euros y el resultado se obtiene en 30 minutos.

En España, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha pedido a las comunidades un plan detallado sobre cómo llevar a cabo estos test en las farmacias, después de que comunidades como Madrid o Catalunya lo hayan solicitado.