a muerte de cientos de personas, un largo y duro confinamiento y el impacto social que está teniendo la crisis sanitaria nos dejará una huella enorme, sin duda. Salir de ésta nos exigirá lo mejor de los poderes públicos y lo más constructivo de la sociedad. Por eso también es necesario que no olvidemos esas tragedias que siguen presentes, latentes y crueles.

A pesar de ello, la violencia machista no ha parado, al contrario; la pandemia ha puesto de manifiesto la crudeza de la violencia de género. Tener que convivir con tu maltratador, en una relación tóxica y amenazante, y en un contexto en el que la soledad se multiplica, está siendo muy duro para las muchas mujeres que en Navarra están amenazadas.

Por eso, creemos que los sistemas de protección y acompañamiento tienen que ser especialmente reforzados en contextos difíciles como estos, que se hacen todavía más insoportables para mujeres en riesgo. Si el conjunto de la sociedad hemos sufrido el confinamiento, en las mujeres maltratadas el estrés pandémico se ha multiplicado.

Las relaciones de poder que sustentan la desigualdad, y por lo tanto los maltratos que se ejercen, se hacen más evidentes en momentos de aislamiento y soledad. 50 días de confinamiento, con sus humillaciones, sus golpes y sus gritos han dejado unas secuelas enormes en las mujeres maltratadas. La pandemia ha agravado la situación de las mujeres expuestas al maltrato, y ha propiciado un repunte de los casos de violencia.

A 20 de noviembre, han sido asesinadas ya 41 mujeres, 1.074 desde 2003. Es especialmente demoledor que este verano, en menos de 3 meses han sido asesinadas 10 mujeres. Sin olvidar, a las miles de mujeres cuyas vidas se ven amenazadas, condicionadas, limitadas, atacadas en su libertad por las violencias que sufren.

En Navarra, según los datos aportados por la Delegación de Gobierno, la violencia machista ha crecido un 5% durante el confinamiento, confirmando lo que ya presentíamos, que el aislamiento que ha provocado la crisis sanitaria ha provocado un aumento de casos de violencia de género. Navarra mantiene en este momento un total de 1.103 casos activos registrados en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén), una cifra que ha aumentado en un 5,35% frente a los 1.046 casos de noviembre del año anterior. Las estadísticas son importantes para reconocer la magnitud de este grave problema social, pero debemos subrayar que se trata de vidas y no números, y acordarnos de las mujeres violentadas por razones de género que quedan fuera de los registros oficiales.

En un momento de desprotección, aumentado por los confinamientos, en un contexto en el que las opciones que niegan la violencia sexista están presentes en el Congreso de los Diputados, y en un tiempo en el que se sufre el impacto social de la crisis, es necesario que nos impliquemos de forma decidida para erradicar esta violencia que nos cuestiona como sociedad.

Durante los momentos más duros de la pandemia, en CCOO de Navarra recibimos cerca de 4.000 consultas de personas preocupadas por su futuro laboral. En esos momentos nos dimos cuenta de la importancia que tiene disponer de buenos instrumentos técnicos, de gente preparada y de trabajadoras concienciadas para hacer frente a esas preocupaciones.

Por eso hemos puesto en marcha el servicio "sedes libres y seguras de violencia machista", ofreciendo nuestra fuerza sindical y nuestros recursos a disposición de las mujeres que están en situación de violencia de género. Sin sustituir el enorme potencial técnico de los servicios públicos, CCOO se convierte también en un lugar seguro de consulta y acompañamiento para mujeres que han sufrido violencia sexista, ofreciendo nuestra sede de Pamplona como nexo entre las mujeres maltratadas y los servicios de atención especializados o las fuerzas y cuerpos de seguridad.

Ahora, en estos momentos de mayor riesgo para las mujeres por la pandemia de la covid-19, damos un paso más en nuestra actuación sindical contra las violencias machistas, demostramos que las mujeres, en especial las feministas y sindicalistas respondemos unidas y demostramos que las vidas y la seguridad de las mujeres nos importan, además de su situación laboral, económica y social. Por eso, este servicio que CCOO pone en marcha en Navarra da sentido a nuestras convicciones, y se convierte en un lugar al que puedan acudir mujeres que se encuentran en peligro y han visto en el sindicato una herramienta de protección y afecto.

Queremos combatir todas las violencias machistas desde sus raíces y sus causas últimas. Estemos o no en pandemia tenemos que seguir visibilizando, sensibilizando y actuando ante todas las violencias que coartan la libertad de las mujeres e impiden su desarrollo, porque todas duelen y todas dañan.

Secretaria de Empleo, Mujeres e Igualdad

Las relaciones de poder que sustentan la desigualdad, y por lo tanto los maltratos, se hacen más evidentes en momentos de aislamiento y soledad