on motivo del 25 de noviembre, desde el CI de Burlada de Formación Profesional han querido visibilizar a las víctimas de violencia machista de este año, 41 mujeres asesinadas. Lo han hecho a través de la representación de un cementerio en el patio del centro. Los nombres de las víctimas ilustran las lapidas. En las paredes cuelgas en unos carteles las identidades de los asesinos, parejas o ex parejas que acabaron con sus vidas. "Así todo el mundo puede ver qué es lo que está pasando y que se vea el nombre de quién es el asesino, que no suele dar ese dato de normal, y apenas llegamos a conocer la identidad de la víctima", resalta Maider Mariezkurrena, de 19 años, alumna del centro participante en la actividad. El centro se implica todos los años en un día como este. Debido a la pandemia, este año no han podido reunirse como otros. Sara Napal Lekumberri, profesora técnica de FP ,explica que "este año hemos hecho una grabación del acto con un número reducido de alumnos y luego se ha celebrado el acto de manera simultánea en cada aula". Se les sugirió trabajar en grupos burbuja a la hora de realizar la actividad que hacen cada año y que como comenta la directora de la institución, Alicia Oria-Iriarte, "no debería ser solo en actos puntuales y olvidarnos del tema, con eso no hacemos nada". La violencia de género es una lacra que tiñe nuestra sociedad cada año y que suma desde 2003 un total de 1.074 mujeres asesinadas. El centro de Burlada busca iniciativas como esta que nunca caigan en el olvido.

El CI Burlada fue el centro piloto de Skolae por la igualdad y la coeducación, y a partir de ahí crearon el equipo impulsor desde donde se va trabajando y haciendo iniciativas nuevas cada año. "Este grupo de trabajo ha recibido cierta formación en feminismo y dinamización y llevamos actividades de Skolae al aula una vez por trimestre", explica Eneko Medinabeitia Pérez, docente. "Cuando llevas este tipo de actividades al aula, el primero que aprende es el profesor", añade.

"En mi clase tenemos muchas diferencias, pero toda la clase está hoy unida, tanto hombres como mujeres", expresa María José Salazar Salinas, de 19 años y estudiante de Dirección de cocina. "Yo he vivido una experiencia muy dura con la violencia de género y me siento apoyada, es muy importante sentirnos apoyadas", comenta la alumna sobre como se ha sentido respaldada ante esa situación. "Tienes que apoyar a esas personas que pase lo que pase van a estar ahí, decidas lo que decidas, siempre va haber personas que te van a ayudar", explica sobre la importancia de recibir ayuda.

A los alumnos de Formación Profesional de Organización y eventos del CI de Burlada este año se les propuso la actividad en clase y varios fueron los que se ofrecieron para participar. "Este tipo de actividades son necesarias en un ambiente joven para poder concienciar en estos temas", comenta Cristina De Diego, de 21 años. Ellos y ellas son la prueba clara de que trabajar este tipo de trabajos en el aula ayudan a concienciar y sensibilizar sobre la violencia de género. Sergio Cifuentes, de 20 años, alumno del centro, explica que "quieras o no, de manera indirecta, si no ayudas, contribuyes al maltrato" . Alumnas como Sonsoles Arostegui, de 24, ven que la realización de estas actividades son tan importantes como aprender a escribir. "Normalmente el maltratador suele ser quien menos te lo esperas y nunca hay que dejar a la víctima sola", añade Sonsoles, sobre lo necesario que es acompañar a las víctimas para que no se queden solas en ese círculo tóxico y violento.

"No deberían ser solo en actos puntuales y nos olvidamos del tema, con eso no hacemos nada "

Directora del CI de Burlada

"En mi clase tenemos muchas diferencias, pero la clase está hoy unida"

Estudiante de Dirección de cocina

"Cuando llevas este tipo de actividades al aula, el primero que aprende es el profesor"

Profesor de FP en el CI de Burlada