La recomendación primera era tratar de quedarse en casa, limitar los contactos lo máximo posible y celebrar las Navidades con los convivientes. La tercera ola estaba en el menú de las mesas. El lema de Te cuidas, nos cuidas figuraba en toda la cartelería. Pero se decidió abrir los cierres perimetrales, Navarra permitió la circulación de tráfico interautonómica, y los reencuentros eran lógicos, inevitables y esperados. Lo cierto es que la Navidad ha sido una época de trasiego abundante, si no como antaño, próxima a la normalidad previa a la pandemia.

De hecho, los desplazamientos de vehículos que circularon por la Comunidad Foral durante la víspera de Nochebuena, el 23 de diciembre -primer día que se abría la ventana temporal que permitía entrar y salir de Navarra para reagrupaciones familiares o con allegados- terminó por ser casi un calco de la movilidad de un día normal antes de que llegara el coronavirus. Los 24,78 millones de kilómetros que realizaron las personas que ese día 23 se desplazaron por Navarra, tanto por la propia comunidad sumados a los que accedieron hasta aquí y los que salieron fuera a otras autonomías, suponen un 96% de la movilidad que se contempló en el periodo de referencia del 14 al 20 de febrero de 2020, según el estudio de big data que elabora el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Se toma dicha semana como referencia por no haber tenido festivos y por tratarse de una fecha anterior a la llegada del coronavirus.

En caso de que solo se contemplara la movilidad entre las diferentes autonomías, la evolución que muestran las gráficas visualizan ese gran crecimiento del tránsito de salidas de la Comunidad Foral y de llegadas a la misma. La evolución de estos desplazamientos alcanzó un 123% por encima de la fecha de referencia. Sin embargo, la movilidad entre la propia Comunidad Foral fue más atenuada en esa fecha y los desplazamientos se quedaron en un 84% respecto a un día laboral normal, por tanto 16 puntos por debajo del tráfico habitual.

En cuanto al número de desplazamientos efectuados por los navarros, que también tienen su reflejo en la estadística de Transportes, se sitúan en 202.151 navarros los que ese día no efectuaron ningún viaje, otros 27.966 realizaron un viaje, 129.003 llegaron a dos viajes y 272.832 hicieron más de un trayecto.

El registro ministerial detectó que ese miércoles 23 de diciembre hubo un crecimiento del 16% de la movilidad respecto al resto de miércoles del mes de diciembre, pero además fue la jornada en la que más desplazamientos de tráfico se apreciaron en Navarra desde el puente de Pilar, es decir, en casi tres meses. Conviene recordar que aquel viernes 9 de octubre, que marcaba el inicio del puente del Pilar, Navarra todavía no había adoptado las duras restricciones de movilidad, reuniones y cierres de actividades que llegaron a partir de noviembre por la alta incidencia del coronavirus.

El restablecimiento habitual de tráfico en esas fechas fue generalizado en todo el Estado. De hecho, en cuatro comunidades, Asturias, Cantabria, Extremadura y Castilla y León, superó por escaso margen el nivel de circulación de un día anterior a la pandemia.

El día anterior al indicado, el 22 de diciembre, antes de la apertura de esa ventana permitida de desplazamientos para reuniones, también se observó un crecimiento de la circulación en las carreteras navarras. Resaltan especialmente los datos de movilidad desde Navarra al exterior, que disparó un 22% las salidas de navarros a otras comunidades. Y en este tránsito los desplazamientos de más de 100 kilómetros fueron los que más se dispararon, ya que crecieron un 44% respecto al periodo de referencia.

CAÍDA EN NAVIDAD Y AÑO NUEVO

A raíz de la tendencia de la epidemia, Navarra decidió para la segunda parte de las Navidades dar marcha atrás en su plan inicial y, de esta forma, se volvió a cerrar perimetralmente e impidió que se entrara y saliera de la Comunidad Foral para reagrupaciones familiares. La repercusión fue evidente en las próximas fechas. Así, el 25 de diciembre y el mismo 1 de enero la movilidad se redujo porcentajes mínimos. El día de Navidad solo hubo un 32% de desplazamientos respecto a los habituales de un día ordinario, mientras que en Año Nuevo dichos movimientos de vehículos se redujeron hasta un 27% de una jornada rutinaria.