Alrededor de un centenar de personas acudieron ayer a la Plaza de los Fueros de Noáin para participar en un acto en recuerdo de Duna, la galga que fue ahorcada en noviembre en Tajonar. El acusado, un varón de 34 años, se encuentra bajo investigación policial.

"¿Quién iba a pensar que un ser despreciable iba a arrebatar con sus propias manos la vida de Duna, un ser inocente?", declaró Irma Jiménez en nombre de su asociación, Libertad Animal Navarra.

Asimismo, denunció que "de acuerdo con el Código Penal, si hubiera causado la muerte del animal, se impondrá una pena de 6 a 18 meses de prisión e inhabilitación de dos a cuatro años para desempeñar oficios relacionados con animales". Jiménez consideró esta normativa demasiado laxa, ya que "las leyes deben cambiar y a esta gentuza le debe caer todo el peso de la ley".

Tras hacer sonar la canción Sargento de Hierro de Morgan y mantener un minuto de silencio, se recitaron unas palabras de los dueños de Duna, Juanma Trillo y Laura Blázquez, quienes no pudieron presenciar el acto: "Gracias por vuestro apoyo; Duna nos llenó de amor; nos la arrebataron y esa herida ya no se cierra; queremos que el suyo sea un caso ejemplar, para que no vuelva a pasar ".

Anunció a su vez que Libertad Animal iba "a ayudar a la familia para que este individuo no se vaya de rositas, como están haciendo muchas asociaciones de galgos a nivel estatal". Asimismo, valoró positivamente la aparición de este suceso en los medios, algo que consideró "muy importante".

Asistentes

Silvia Navarro, de Pamplona, y Cristina Valle, de Sarriguren, estuvieron entre las personas que acudieron al homenaje, porque llevan "toda la vida defendiendo los derechos de los animales, tanto a nivel particular como a través de asociaciones". Mostraron por ello su repulsa "al maltrato de cualquier ser vivo".