Los nuevos positivos en coronavirus en Navarra se mantienen en torno a los 400 casos diarios. En concreto, la Comunidad Foral detectó 409 nuevos casos positivos de Covid-19 este viernes, tras realizar 1.781 pruebas, por lo que la positividad se sitúa en el 23%, según los datos del Gobierno foral. Se han notificado, además, siete nuevos fallecimientos y se registraron nueve ingresos hospitalarios, uno de ellos en la UCI. En total, hay 145 personas hospitalizadas, 21 de ellas en Cuidados Intensivos.
En cuanto a la vacunación, en las últimas 24 horas se han administrado 2.623 dosis, con lo que el total de administradas asciende a 1.370.747. Las personas con pauta completa son 547.618.
Es la segunda jornada seguida alrededor de esa cifra, con los 432 contagios detectados el día anterior. Asimismo, el descenso semanal de casos también continua en un 48% respecto a la semana anterior.
Son casi la mitad de los casos registrados el viernes pasado (784 contagios el pasado 4 de febrero) y un tercio de los detectados dos semanas atrás (1.353 casos el 28 de enero). Navarra arrancó esta semana con 787 casos, bajó a 507 el martes, subió levemente a 576 el miércoles, volvió a bajar a 432 este jueves y ahora, de nuevo, a los 409 este viernes. Se trata del mejor dato en 74 días y, tanto la Incidencia Acumulada a 7 como a 14 días ha bajado, de 634 a 569 y de 1809 a 1664 respectivamente.
En esta última jornada, Pamplona suma 126 casos, con el barrio de la Rochapea a la cabeza con 21 positivos, le siguen Iturrama con 15 y San Juan con 13. También destacan Olite con 26 contagios, Zizur Mayor con 16 o Sarriguren con 14.
Con esta buena evolución de los números epidemiológicos, el Gobierno foral anunció esta semana que retirará el grueso de las restricciones a partir del 15 de febrero.
Sin embargo, Alfredo Martínez, director gerente del Hospital Universitario de Navarra (HUN), y Juan Pedro Tirapu, coordinador de las plantas UCI, siguen con la alerta encendida. "La tendencia es buena, disponemos de personal y ahora el hospital está fuerte, pero nos preocupa la aparición de ómicron BA.2 (conocida como la silenciosa), porque es más contagiosa y habrá que ver si presenta algún tipo de escape a los anticuerpos de la vacuna o a los propios de la enfermedad", sostiene Martínez.
Por ello, aunque los sanitarios empiezan a coger aire tras una sexta ola asfixiante, en los hospitales todavía siguen ojo avizor ante posibles nuevas olas. Para empezar, según los responsables del hospital, "el descenso va a ser lento, va a costar bajar la presión hospitalaria", lo que va a retrasar que se pueda recuperar la normalidad a nivel asistencial. Y mientras van cogiendo aire, miran de reojo a la Semana Santa pero ponen todas las miradas un poco más allá: en el verano. "Nos preocupa la aparición de nuevas variantes pero también los momentos en los que más socializamos y hay más movilidad, que son las vacaciones. Primero están las de Semana Santa, que la tenemos ahí, pero lo que más nos preocupa es el verano, porque va a ser una explosión de socialización y con una cepa que sea más contagiosa no sabemos qué puede pasar", alerta Martínez.
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