Bilbao - Euskadi eliminará la convocatoria extraordinaria de junio en Educación Secundaria (ESO). Finalmente, este curso se acaban las repescas que los institutos realizaban históricamente en setiembre y que hace unos años se trasladaron a junio. Así lo han confirmado a NTM fuentes del Departamento de Educación del Gobierno vasco, que el pasado 19 de enero remitió a los centros educativos las nuevas instrucciones de evaluación y condiciones de promoción y titulación en la ESO y Bachillerato surgidas a raíz de la aprobación de la LOMLOE, la reforma educativa con la que se pretende dejar atrás la contestada ley Wert.

La conocida como ley Celaá (por la ministra socialista encargada de liderar la reforma aprobada en diciembre de 2020) propone una serie de cambios para posibilitar -en la práctica- la evaluación continua ligada a la formación basada en competencias. Esta estrategia pedagógica convierte al estudiante en el sujeto activo de su aprendizaje de forma que sea capaz de aplicar los conocimientos que adquiere. Este enfoque por competencias, en realidad, no reviste novedad alguna. De hecho, surge a principios de siglo.

Pero su desarrollo en el Estado español ha chocado una y otra vez, reforma educativa tras reforma educativa, con un sistema de evaluación anclado en un pasado teñido en blanco y negro, fundamentado exclusivamente en la retención y repetición de contenidos. El ejemplo más evidente de esta disonancia del sistema es la Evaluación de Acceso a la Universidad (EVAU) ya que la Selectividad, pese su evolución, continúa siendo el mismo ejercicio memorístico desde los años de EGB.Actuación colegiada del equipo docente

En este nuevo marco legal cobra especial relevancia "la actuación colegiada del equipo docente", al que se atribuye la responsabilidad de decidir sobre la promoción y la obtención de los títulos de ESO y Bachillerato. A partir de este curso, el profesorado de un instituto deberá acordar si un estudiante pasa de curso o no. Y en caso de falta de consenso sobre la promoción/titulación de un alumno, la decisión saldrá adelante con la opinión de "dos tercios" del equipo docente.

Entre los aspectos más significativos del nuevo sistema de evaluación y promoción es que solo se podrá repetir "dos veces como máximo" en la Educación Básica (hasta los 16 años). Además solo se podrá repetir una vez el mismo curso y "tras haber agotado las medidas ordinarias de refuerzo y apoyo" destinadas a solventar las dificultades de aprendizaje de ese alumno. De forma excepcional se podrá permanecer un año más en el cuarto curso de ESO, aunque se haya agotado el máximo de permanencia, siempre que el equipo docente considere que esta medida favorece el logro de los objetivos y el nivel de desarrollo competencial de la etapa. En este caso "se podrá prologar un año el límite de edad establecido", señala el documento.

Máximo de dos suspensos

La nueva normativa concibe la repetición como una medida "excepcional", que deberá estar "sólidamente argumentada". Además, a partir de este curso quienes repitan deberán contar el curso siguiente con un plan específico y personalizado de apoyo para la adquisición de las competencias que no hayan conseguido. Por otro lado, se flexibilizan las condiciones para promocionar en ESO, ciclo en el que se suspenden las repescas.

Se podrá pasar de curso en Secundaria con dos materias suspendidas y no con una, como hasta ahora, aunque "excepcionalmente" se permitía pasar con dos siempre que la calificación fuera de un cuatro. Además, quienes no hayan obtenido la titulación podrán realizar en los dos cursos siguientes una prueba extraordinaria de las materias que no hayan superado, una oportunidad que no existía hasta ahora.

El documento redactado por la Viceconsejería de Educación establece que al finalizar el curso escolar, el equipo docente, de forma colegiada, llevará a cabo la evaluación del alumnado en una única sesión. En esa sesión se decidirá sobre promoción y/o titulación, indicando, en su caso, las medidas de refuerzo que deban ser adoptadas para que el alumno o la alumna pueda proseguir con éxito su proceso de aprendizaje. Además se indicará el nivel de logro de las competencias básicas que haya alcanzado cada estudiante en los términos de "Inicial", "Medio" o "Avanzado".Fin de la convocatoria extraordinaria

El hecho de que la redacción de las instrucciones no aclaren si esa "sesión única" elimina de facto la convocatoria extraordinaria ha provocado dudas de interpretación en muchos institutos puesto que han diseñado la programación del curso en base a la existencia de la convocatoria extraordinaria. Es más, distintos profesionales consultados intuyen que los planes de refuerzo que deberán acompañar a las notas de junio supondrá una sobrecarga de trabajo.

"Todavía es año de pandemia y solo tienen que superar los mínimos establecidos para cada curso, que debieran aparecer en tu programación anual. Y si aun así y todo llega junio y no logran alcanzar esos mínimos debes analizar las causas, plantear alternativas en el modelo de aprendizaje de ese alumno y dejarlo todo bien especificado para que el curso siguiente su nuevo profesor/a sepa hasta dónde llego y continúe con su labor educativa en aras de la consecución de las competencias básicas para la vida", afirma un profesor de instituto.

Adaptación de la LOMLOE

Más que por la eliminación de la extraordinaria, muchos profesionales lamentan que el cambio llegue a mediados del mes de enero, con mucha gente de baja por covid y el curso su ecuador. Y es que entienden que detrás de la supresión de las repescas "está la inutilidad de hacer un examen extraordinario una semana después de haber terminado la evaluación ordinaria. Por lo tanto, como el sistema es de evaluación continua no a lugar hacer un extraordinario. O se han logrado los objetivos y se han desarrollado las competencias o si no el próximo curso hay que hacer un plan individual para conseguir lo del año anterior y el que se tiene que cursar".

Preguntado sobre esta cuestión, el Departamento de Educación ha confirmado a NTM que la supresión de las repescas, a estas alturas de curso, no responde a una normativa propia sino que se trata de la adaptación autonómica de la ley básica ( la LOMLOE) aprobada por el Gobierno español hace un año. No obstante, añaden las mismas fuentes, la LOMLOE sigue la senda de los postulados sobre el proceso de evaluación continua recogidos en el Plan Heziberri redactado hace 8 años por el Gobierno vasco.