Un grupo de ocho alumnos y alumnas trabajando en equipo para funcionar como una gran productora de pelota. Ese es el logro de la clase de 3ºA de la ESO del IES Iturrama, que ha organizado un torneo con más 40 participantes en las modalidades de pelota mano, pala y cesta punta mañana de 11.15 a 14.00 horas en el Frontón López del barrio pamplonés y que contará con la presencia de uno de los grandes pelotaris del momento, Unai Laso, exalumno del centro. Nahia Goñi, Beñat Preciado, Julen González, Oier Santamaría, Julen Vicuña, Darwin Daquilema y Oihan Gutiérrez, junto a su tutora Ilargi Olaiz y al orientador Ángel Gamarra, son los artífices de este proyecto.Los ocho escolares forman parte del grupo de 3º de la ESO que está en el Programa de Mejora del Aprendizaje y Rendimiento (PMAR). "Estos programas se ofrecen para atender al alumnado que, por diferentes motivos, no rinde como se espera académicamente y como una forma de evitar el abandono escolar y de ir dirigiéndolo a la formación profesional", explica su tutora, Ilargi Olaiz. "Suelen ser grupos pequeños y heterogéneos, con alumnos que previamente han repetido algún curso y que suelen tener problemas de desmotivación o poco hábito de trabajo".

UN GRUPO COHESIONADO

"Es un alumnado con muchas capacidades"

En este contexto, los ocho alumnos y alumnas han aprendido una lección educativa y vital organizando un torneo de pelota. "Hacer este tipo de proyectos es muy importante porque, en una educación secundaria y obligatoria todavía dominada por los saberes teóricos -por otra parte muy necesarios-, cierto alumnado con otras capacidades que no son las teóricas se queda al margen y se tiran años escuchando aquello de que no alcanzan los objetivos o que no son lo suficientemente buenos, haciéndoles responsables de las deficiencias de una escuela que no es capaz de lograr su objetivo inclusivo y formativo. Por eso, debemos poner en valor en la enseñanza secundaria un aprendizaje orientado a las competencias y a los saberes prácticos y un alumnado que, teniendo muchas capacidades, ha sido calificado demasiadas veces como insuficiente", reflexiona la tutora.

"Gracias a este proyecto, han aprendido la importancia de trabajar en equipo, el desarrollo del compromiso hacia una tarea común, el aumento de la confianza, la autoestima o el descubrimiento de nuevas competencias. El resultado ha sido mejor de lo esperado, aunque con implicaciones diferentes. Pero bueno, lo mejor de todo es que se ha creado cohesión entre todos ellos", asegura.

Ilargi Olaiz también ha salido enriquecida de este trabajo. "Como docente, me ha permitido aprender a trabajar en la incertidumbre. En tiempos en que la escuela está obsesionada con la medición y justificación de resultados sobre objetivos predeterminados, siempre en términos cuantitativos y no tanto cualitativos, es importante, necesario y pertinente trabajar con lo desconocido. Es decir, diseñar, arriesgar, experimentar procesos de aprendizaje para después valorar y evaluar lo que ocurre en ellos; aquellos aprendizajes que no estaban previstos y que surgen de su interior cuando hay un vínculo, un proyecto y un objetivo personal o común".

UN INICIO COMPLICADO

"Era todo un caos y no teníamos muchas ganas"

El orientador, Ángel Gomarra, fue quien irrumpió en clase con la propuesta de organizar un torneo hace tres semanas. "Lo sugerí porque en este grupo hay un pelotari, Julen González (zaguero en Oberena), al que el año pasado también le enseñamos a ponerse los tacos. Sabemos que está jugando bonito y pensé que al resto de la clase también le podía gustar: de ahí salió la idea", explica. Y la tutora, Ilargi Olaiz, lo tuvo claro. "Les dije: o nos comprometemos todos o no lo hacemos. A medias no nos podemos quedar. Y tenía que haber consenso, así que hicimos una votación y salió que sí".

En esos primeros instantes, sobrevolaban muchas dudas sobre el proyecto. "Yo no lo veía para nada, pero voté que sí por presión", recuerda Julen Vicuña. "A mí me pilló por sorpresa porque el día que se decidió falté al estar mala. Cuando me lo dijisteis, me quedé flipando. No le veía ningún sentido y pensaba que no iba a venir nadie. Al principio iba todo mal, era muy caótico, no sabíamos ni por donde empezar y tampoco teníamos muchas ganas de hacerlo, la verdad. Pero comenzamos a organizarnos y la cosa fue mejorando", confiesa Nahia Goñi.

"Pues yo lo veía claro desde el principio", proclama un Oier Santamaría lleno de optimismo. La tutora no duda en sumarse a su pensamiento. "Yo también era positiva. Nos la jugamos un poco porque al final somos ocho adolescentes organizando un torneo que se basa en el compromiso de 40 adolescentes más. Había un riesgo, pero conforme hemos ido trabajando hemos visto que podíamos. Si sale mal, tampoco pasa nada porque en el proceso hemos aprendido mucho. Y, si sale bien, pues mejor: sería la leche", asegura Ilargi Olaiz.

REPARTO DE TAREAS

Inscripciones, compra de material, sonido...

El propio promotor de la idea, se muestra gratamente sorprendido con el resultado. "La verdad es que no pensaba que iba a salir tan bien", reflexiona Ángel Gamarra. "Al final, con el reparto de roles, han trabajado como una auténtica productora. No tenemos nada que envidiar de Asegarce o Aspe y este ejemplo es fundamental para salir luego al mundo laboral. El trabajo ha sido similar al que hacen los profesionales: en equipo, asumiendo roles y ayudando a los demás. A otra escala, claro, pero también con menos recursos".

Todos los alumnos se pusieron manos a la obra, encargándose de las diferentes tareas necesarias para organizar el festival como realizar los emparejamientos, comprar materiales, hacer el diseño gráfico o llevar las redes sociales.

La tutora recuerda que el reparto de roles ha sidfue muy natural. "No fue para nada la fuerza y sirvió para que descubrieran nuevas competencias como Beñat que, tras años de resultados académicos negativos a pesar de su excelente actitud hacia el trabajo, se ha descubierto como un potencial diseñador gráfico, con iniciativa, y autonomía".

Así, Beñat Preciado se encargó de diseñar, por ejemplo, los carteles y las txapelas. "Antes no tenía ni idea, pero he aprendido a usar el programa Canva y al final ha quedado muy bien". Él mismo y Nahia fueron dos de los encargados de volcar ese contenido en las redes sociales, así como de hacer el logo.

Aunque todos han ayudado en las diferentes labores, Darwin Daquilema fue el principal encargado de la parte económica. "Me ocupé de hacer un presupuesto para ver cuánto nos costaba organizar el torneo. Tuvimos que comprar pelotas, palas, fajas, medallas, txapelas y una cesta con queso, chorizo y vino para Unai Laso".

Por su parte, Oier Santamaría fue el responsable de pensar en el material que hacía falta para el evento y comprometerse a llevarlo y traerlo. "Por ejemplo, la megafonía, el altavoz y el micrófono, que son nuevos".

Oihan Gutiérrez, que toca la guitarra y el bajo, será el responsable de la música que suene por esos altavoces. "Voy a poner un poco de todo: Huntza, Lehendakaris, reguetón, canciones en euskera, pero estoy abierto a sugerencias".

EL TORNEO

Más de 40 participantes en mano, pala y cesta

Julen Vicuña ha sido el consejero y Nahia Goñi se ha encargado de los emparejamientos. "Hemos hecho algunos cruces por sorteo y en otros hemos buscado que estuvieran igualados, porque también queríamos que los partidos fueran interesantes", explica. Al final, se han apuntado más de 40 personas y la exhibición será en el Frontón López de 11.15 a 14.00 horas. La primera hora se jugará a mano y la segunda a pala, mientras que la tercera hora se reserva para las finales, un partido de cesta punta y el reparto de premios.

"Son tres horas y tenemos el horario un poco apretado", reconoce la tutora. "Nos tenía que encajar todo y pusimos un máximo de 5 minutos por partido. Estuvimos discutiendo si hacerlo a tantos o a tiempo y al final decidimos hacerlo a cinco minutos".

UNAI LASO

Subcampeón del Cuatro y Medio y gran invitado

"Al final del torneo, si hay tiempo, lanzaremos unos desafíos a Unai Laso", avanza Ilargi Olaiz. "Julen tiene que jugar sí o sí contra Laso", demanda con vehemencia Oier Santamaría.

Precisamente fue él el encargado de contactar con el pelotari de Bizkarreta-Gerendiain, que terminó subcampeón del Cuatro y Medio el año pasado. "Fue alumno de Iturrama y decidimos llamarle. Me cogió y me dijo que si no tenía partidos vendría. Al final va a poder y nos hace mucha ilusión que esté con nosotros", remarca.

Aunque Julen González todavía se muestra reticente a desafiar a uno me los mejores pelotaris del momento, sus compañeros no esconden su ilusión por verle jugar contra uno de sus grandes ídolos. Lo bueno es que, pase lo que pase, estos ocho alumnos y alumnas de 3ºA de la ESO del IES Iturrama ya habrán ganado.