La endometriosis es “una enfermedad benigna, crónica, que puede resultar invalidante para la mujer, sobre todo porque produce dolor y esterilidad, y que tiene una incidencia muy alta”, explica la ginecóloga Eva Recari Elizalde, especialista del Hospital Universitario de Navarra (HUN) que atiende los casos de esta patología que requieren tratamientos quirúrgicos más complejos.

“En general, puede afectar al 10-15% de las mujeres en edad fértil, desde los 12, 13, 14 años hasta los 50-55 años, pero todos los sanitarios que la tratamos sabemos que son cifras infradiagnosticadas seguro”, apunta la doctora, que reconoce que cada vez los nuevos casos son más frecuentes.

Este lunes 14 de marzo se celebra el Día Mundial de esta enfermedad. El endometrio, expone Recari, “es el tejido que recubre la parte interna del útero” y decimos que una mujer padece endometriosis cuando ese tejido “se encuentra fuera del útero”. La experta indica que esto “es un primer problema para poder entender esta patología, porque ya el concepto es algo que tenemos que diagnosticarlo visualizándolo o tomando material y analizándolo; y ya esto infradiagnostica muchísimo la enfermedad”.

7 años para ponerle nombre

Además, para llegar hasta el diagnóstico se tarda mucho. Como señala la especialista, “la demora media puede ser de hasta 7 u 8 años. Esto es porque el síntoma principal es muy frecuente: que te duela la regla. El dolor con el periodo a nivel social lo damos como normal, pero incluso los sanitarios también” y esto “ha sido un gran problema para acelerar el diagnóstico”.

No obstante, la doctora Recari considera un signo de alarma “cuando una mujer nos consulta por un dolor de regla que va aumentando conforme pasa el tiempo y que, además, llega un momento que le inhabilita, es decir, no le deja ir al colegio, no le deja ir al trabajo... Ahí se debería de activar ya el protocolo de pensar que puede haber una endometriosis porque, hoy por hoy que no sabemos la causa y que no tenemos por tanto un tratamiento curativo, es fundamental diagnosticarla precozmente”.

La coordinadora del área quirúrgica de Ginecología incide en la importancia de esta prevención secundaria. Por un lado, para mejorar el estado psicológico de las pacientes, ya que “son mujeres que han pasado por muchísimos médicos, la mayoría de ellas sin diagnóstico, e incluso llegando a pensar que no tienen nada. Se preguntan por qué les duele, se sienten a veces juzgadas, se plantean si pensarán que me estoy inventando este dolor... Y esto hace mucho daño a una persona”. Y, por otro, porque “no tenemos tratamiento curativo, pero sí sabemos que hay tratamientos -principalmente hormonales- que pueden intentar frenar el avance de esta enfermedad”, recalca.

En cuanto a las consecuencias que tiene en la salud de las mujeres afectadas, destaca “el dolor, que llega a ser tan limitante que conduce a bajas laborales”. Apunta, al respecto, que “el 70% de las afectadas pueden llegar a tener dolor abdominopélvico todos los días”, además de sufrir con las relaciones sexuales, ya que “casi el 45% de las mujeres que padecen un tipo de endometriosis que llamamos profunda tienen dolor con las relaciones sexuales”, lo cual también conlleva una afección familiar y de pareja importante. Además, “el 50% de las mujeres con endometriosis pueden llegar a tener esterilidad”.

Unos porcentajes que, como sostiene, “seguro que los bajamos si logramos que el diagnóstico sea lo más precoz posible”. Para ello, con motivo de este día, la doctora Recari aboga por trabajar conjuntamente con las asociaciones de pacientes para “crear protocolos de atención desde la Atención Primaria, que es fundamental porque desde ahí van a ser derivadas y nuestros compañeros tienen que saber qué síntomas son claves para hacerlo, crear una unidad de endometriosis en el hospital para aquellos casos más complejos que requieran tratamientos quirúrgicos multidisciplinares”. Y, en definitiva, “dar visibilidad a esta enfermedad”, concluye.

Algunas preguntas

- ¿Qué hace que el tejido endometrio salga del útero? La doctora Eva Recari Elizalde explica que “no se sabe la causa de la enfermedad. La etiología es desconocida”. No obstante, comenta que “sabemos que hay seguramente un factor familiar. De hecho, si una madre tiene endometriosis la hija tiene un riesgo mayor para desarrollar la enfermedad, pero tampoco tenemos un cromosoma identificado y sabemos que puede haber factores de riesgo, pero no sabemos cuál es el origen”.

- ¿Se puede prevenir? La doctora Recari responde que no se puede prevenir la endometriosis porque “no tenemos la causa. Ninguna enfermedad que no sepamos el origen podemos prevenirla. Por lo tanto, el siguiente paso en Medicina siempre es el diagnóstico precoz”.

- ¿Cómo han cambiado los tratamientos? Esta ginecóloga del Hospital Universitario de Navarra (HUN) explica que “la enfermedad no ha cambiado mucho en los últimos años pero los cambios de tratamiento han sido impresionantes. Hace 10 años el tratamiento para las pacientes con endometriosis principalmente era quirúrgico. ¿Qué hacíamos? Ese tejido que estaba fuera del útero y que consideramos que era el origen del dolor, lo quitábamos respetando los órganos nobles, pero nos hemos dado cuenta de que había mujeres que a lo largo de su vida eran operadas 4-5 veces y no conseguíamos mejorar su enfermedad. Ahora intentamos priorizar el tratamiento médico, que se inicie de forma precoz y, en aquellas pacientes que no responden a esa terapia, se operan para quitar ese tejido que está en un sitio que no le corresponde”. Para ello, trabajan en equipos multidisciplinares con diferentes especialistas, porque puede estar afectando al sistema digestivo, a la vejiga, aparte del propio útero, los ovarios o las trompas.

“Tenemos que tener protocolos de atención a estas pacientes desde Primaria y crear una unidad en el hospital”

Eva Recari Elizalde

Ginecóloga del HUN