El Ayuntamiento de Pamplona ha recriminado a agentes de la Policía Municipal conductas no adecuadas que desembocaron en el brote detectado en el turno de noche, con siete positivos. En concreto, ha señalado a un agente que acudió a trabajar dos días con síntomas.

En estos momentos hay 19 trabajadores municipales de baja por Covid-19, lo que supone en torno al 1,05% de la plantilla del Ayuntamiento y sus organismos autónomos. El total de personas con casos confirmados en esta segunda oleada desde inicios de septiembre es de 97 (un 5,4% del total del personal municipal). En los últimos quince días, desde la última reunión de la Comisión Covid-19, se han contabilizado 15 nuevos casos positivos diagnosticados en la plantilla municipal. Siete son en Policía Municipal.

Según ha detallado el Ayuntamiento, la semana del 11 al 17 de enero entre los componentes del turno de noche de Policía Municipal, se detectaron siete agentes con prueba PCR o antígenos positiva en Covid-19 por lo que se realizó una investigación tanto por parte de los equipos de rastreo como del Servicio de Prevención municipal.

Debido al número de casos detectados se solicitó al Departamento de Salud un cribado entre las personas que habían trabajado en ese turno durante esos días y que hubieran podido tener contacto directo con alguna de las personas diagnosticadas como positivas, sin que se detectaran nuevos casos.

El origen del brote se sitúa el lunes día 11 cuando un agente acudió a trabajar en el turno de noche con síntomas compatibles con Covid-19 y que al día siguiente continuó ejerciendo su labor a pesar de tener 37,5º de temperatura. Durante dos días realizó el patrullaje en coche con dos compañeros diferentes, que utilizaron mascarillas FFP2 (en una ocasión con ventanillas abiertas y en otra cerradas), y coincidió con otro agente en un descanso sin mascarillas, con un quinto en vestuarios también sin mascarillas y con un sexto que sí llevaba mascarilla FFP2 en dos actuaciones, una en la que no se pudo mantener la distancia de seguridad.

La séptima persona contagiada coincidió en vestuarios y gimnasio con dos de los agentes que habían estado en contacto con la persona enferma y que habían resultado contagiados. Además, por ser contactos estrechos, hay tres agentes confinados.

CONDUCTAS NO ADECUADAS

En este sentido, el concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Javier Labairu, ha explicado en la comisión que se dotó a todos los agentes implicados, tanto positivos como confinados, de las mascarillas recomendadas por el Instituto Navarro de Salud Laboral.

Sin embargo, según ha expuesto, se dieron en algunos agentes, puntualmente, conductas no adecuadas e incluso contrarias a las indicaciones dadas tanto por organismos policiales como por el área para prevenir la transmisión de la Covid-19, lo que ha influido en la propagación de los contagios.

Por ejemplo, acudir a trabajar con sintomatología compatible con la enfermedad, no notificar temperatura corporal por encima de 37, 5º cuando es necesario consultar con los servicios médicos, patrullar en algún momento sin mascarilla FFP2 o con ventanillas cerradas y permanecer en la sala de descanso sin mascarilla cuando no se está comiendo o en vestuarios no utilizarla en todo momento.

Entre las medidas que se van a implantar para evitar nuevos brotes están marcar como obligatorio durante el patrullaje el uso de mascarillas FFP2, reducir a seis personas el aforo en la sala de descanso, realizar la lectura del servicio en el garaje para aumentar la distancia y la ventilación y limpiar los vehículos y equipos compartidos antes de su utilización y después.

Por último, se va a utilizar ozono tanto en locales como en vehículos para incidir en su limpieza, medir los niveles de CO2 en las distintas dependencias de Policía Municipal e intentar mantener las parejas de patrullaje.