Los investigadores de la Guardia Civil especializados en la reconstrucción de accidentes de tráfico han concluido que el siniestro que sufrió un autobús de La Estellesa el 17 de enero de 2020, con el resultado de dos niños muertos, tuvo como causas probables la falta de pericia del chófer y la velocidad excesiva a la que circulaba cuando perdió el control del vehículo y se estrelló contra la monovolumen en la que se encontraban los dos menores.

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Así consta en las diligencias judiciales de la causa que instruye el Juzgado de Instrucción número 1 de Estella-Lizarra sobre el accidente que costó la vida de Ixeya y Daniel Pérez Pascual, de 8 y 5 años, y en el que resultaron heridas de gravedad su madre Joana y otra mujer. Los pasajeros del autocar y el propio conductor, M.L.K., de 36 años y vecino de Pamplona, manifestaron que el vehículo se había quedado sin frenos cuando se dirigía desde Ayegui hasta la estación de autobuses de Estella-Lizarra.

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Durante meses, los agentes de la Brigada de Atestados del Área de Tráfico y Seguridad Vial de la Policía Foral, apoyados por el Grupo de Transportes, analizaron todos los elementos que desembocaron en el trágico suceso, y recabaron y estudiaron las inspecciones y reparaciones que había tenido el autobús previamente (incluidas las ITV superadas), además de llevar a cabo una inspección mecánica pormenorizada, que incluyó la revisión del disco del tacógrafo, que registra las velocidades y tiempos de circulación, y de otros elementos para corroborar si el vehículo sufrió alguna avería que contribuyó a la producción del accidente. El atestado confeccionado por la Policía Foral apuntó a la confluencia de una falta de pericia por parte del chófer, que apenas acumulaba unos meses de experiencia como conductor de autobuses.

UNIDAD DE ELITE

Ante la envergadura y gravedad del suceso, la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Estella-Lizarra solicitó al Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) de la Guardia Civil que reconstruyera el accidente, con el objetivo de pormenorizar las posibles causas . Esta unidad, que cuenta con dos bases, una situada en Mérida y otra en Madrid, está considerada como la elite de la investigación de siniestros en carretera en España.

Tras meses de trabajo, estos especialistas han llegado a la misma conclusión que la Policía Foral: la posible causa que intervino en el siniestro fue la falta de pericia del conductor del autobús, y como consecuencia de ella, la velocidad excesiva que alcanzó el vehículo que hizo imposible que el propio chófer adecuase su trayectoria para evitar la colisión. Los agentes de la Guardia Civil han calculado que el autobús circulaba a 61 kilómetros por hora, en un tramo con una limitación general de 50 km/h -por tratarse de un tramo urbano- y una limitación específica de 40 km/h -en el interior de la rotonda previa al accidente-, cuando se estrelló contra la monovolumen en la que estaban las dos víctimas mortales.

El resultado de las investigaciones de la Guardia Civil, que coinciden con las conclusiones que alcanzó la Policía Foral, ya se encuentran a disposición de la partes y de la juez que instruye la causa, que deberá pronunciarse sobre la apertura de juicio oral contra el chófer del autobús.

LA DEFENSA

Pendiente una pericial mecánica

¿Fallaron los frenos? La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Estella-Lizarra ha aceptado la petición de que se practique una prueba pericial mecánica del autobús que estuvo implicado en el accidente, la cual fue solicitada por la defensa del conductor investigado por un doble homicidio por imprudencia grave. El objetivo de esta parte es intentar que se verifique si realmente hubo algún fallo mecánico que impidió que el conductor M.L.K. redujese la velocidad cuando circulaba por una pendiente descendiente en dirección a Estella-Lizarra, procedente de Ayegui. En este sentido, los investigadores de la Policía Foral y la Guardia Civil han hecho constar en sus informes que instantes antes del fatal accidente, el autobús de La Estellesa se había detenido en Ayegui para realizar una parada programada para que se apeasen viajeros. Es un de las últimas diligencias pendientes.