Manu Etayo no continuará en el Grafometal La Rioja la próxima temporada. Es algo que ya se sabía desde marzo, cuando el club anunció su salida. Sin embargo, el técnico estellés se va por la puerta grande. Llevando en volandas al equipo riojano a lo más alto, donde competirá con el Gurpea Beti Onak. La guinda perfecta.
Etayo fichó por La Rioja en 2019, con el objetivo de ascender a la entidad a lo más alto del balonmano femenino. Y ha cumplido. Tras una década de pelea, el Grafometal competirá con los mejores la siguiente campaña. Y mucho se lo debe a su entrenador. “Es increíble. Ahora mismo se me acumulan muchas emociones”, acertaba a confesar Etayo instantes después de asegurarse el ascenso ayer, tras el empate con el Beti Onak. El equipo de su tierra. “Es impresionante que vayamos a subir los dos”, reconocía.
Nada más producirse el bocinazo final, el preparador estellés se fundía en un emotivo abrazo con su homólogo en el banquillo rival, Miguel Etxeberria. Un gesto que desprendía respeto, admiración y cariño mutuos. Manu Etayo, que ha entrenado a grandes equipos como el Mecalia Atlético Guardés o ha sido mano derecha de Jorge Dueñas con las Guerreras, tenía los nervios a flor de piel. “Ahora mismo me voy a poner a llorar. Estoy muy emocionado, agradecido a las jugadoras, que han seguido conmigo hasta el final. Han jugado a muerte y se ha notado. Hemos competido”, decía. Etayo se acordaba de su madre, que una inoportuna caída le impidió estar en Lanzarote junto a su hijo. Y de su familia, que siempre le ha “apoyado”.
En marzo se anunció su marcha y “si alguien tenía alguna duda de mi implicación, de mi compromiso, aquí está lo que hemos conseguido. Me he dejado la vida hasta el final”, decía. El técnico estellés, “orgulloso” de su plantilla, con la que ha “disfrutado día a día”, ya tiene destino. No lo quiso desvelar, “en breve se sabrá”, pero reconoció que es un proyecto “ilusionante”. Mucha suerte.
“Estoy muy emocionado. Agradecido a las jugadoras, que han competido a muerte”
Técnico navarro del Grafometal