La piel de las manos está, tal y como así lo indican los especialistas de la marca de dermocosmética Neutrogena, en constante contacto con factores externos (agresiones ambientales, atmosféricas, sustancias químicas, radiaciones solares…) así como factores internos como el propio proceso de envejecimiento. Todo esto puede provocar una alteración de su estado natural, como puede ser, manos secas.

Como bien se sabe, las manos secas y agrietadas son un problema común al que hay que prestar atención. El clima, el agua y el uso frecuente de productos de limpieza pueden causar sequedad, descamación, aspereza y hasta grietas en la piel de las manos. Unos síntomas que, además de resultar incómodos y dolorosos, afectan a la apariencia estética de las manos.

Reparar la barrera de la piel como parte del tratamiento para evitar las manos secas ayuda a retener la humedad, mantener la piel hidratada y mantenerla suave y flexible. La mejor manera de hacerlo, tal y como así apuntan desde CeraVe, es utilizar productos hidratantes con ceramidas, ya que son las encargadas de recomponer la barrera lipídica de la piel encargada de retener el agua y de proteger la piel de los agentes externos.

Los especialistas de esta marca también recomiendan lavarse las manos con jabones hidratantes. Según explican, la elección de un jabón adecuado juega un papel fundamental en el tratamiento de las manos resecas. Un jabón especialmente diseñado para limpiar en profundidad sin irritar y protegiendo la barrera de la piel.

El ingrediente casero con el que evitar que el frío seque las manos

Eso sí, para lucir unas manos hidratadas libres de sequedad, descamación, aspereza y grietas no hay por qué recurrir a las cremas hidratantes y a los guantes. Hay un aliado natural que puede llegar a convertirse en el mejor de los aliados durante los meses más fríos del año.

El ingrediente en cuestión no es otro que la miel. Un endulzante natural rica en antioxidantes, vitaminas y minerales, que posee propiedades antibacterianas, cicatrizantes y humectantes, beneficiosas para la piel y la salud en general. Como bien se sabe, se usa en la gastronomía, cosmética y medicina natural.

Con todo ello encima de la mesa, es interesante tener en cuenta que la miel es un excelente humectante natural que ayuda a hidratar y suavizar la piel de las manos, gracias a sus propiedades antibacterianas y regeneradoras. Su uso frecuente contribuye a mantenerlas nutridas, previniendo la resequedad y las grietas.

Para aprovechar sus beneficios, se puede aplicar directamente sobre las manos limpias, dejándola actuar durante 15-20 minutos antes de enjuagar con agua tibia. Otra opción efectiva es mezclar miel con aceite de oliva o almendras para potenciar la hidratación, masajeando la mezcla en la piel y dejándola reposar unos minutos antes de retirarla. Esta combinación nutre en profundidad, dejando las manos más suaves y elásticas.

En caso de querer optar por un tratamiento nocturno intensivo, los especialistas aconsejan mezclar miel con unas gotas de aceite de coco y aplicada antes de dormir, usando guantes de algodón para maximizar su absorción. Un sencillo cuidado casero que, realizado una o dos veces por semana, mantendrá las manos hidratadas y protegidas de los efectos del clima y el uso constante de productos químicos.