El papel de regalo amarillo del Tour de Francia envolverá Euskadi con el festejo de la Grand Départ, un acontecimiento histórico para una competición que cumple 120 años de vida, 110 ediciones. Desde Euskadi se quiere arropar a la carrera más grande y prestigiosa del mundo con la ikurriña. Cuando la grandeur de la Grande Boucle fije sus pies sobre los tacos de salida, se espera que los aficionados inunden con la ikurriña las arterias que durante tres etapas bombearán la pasión, el ánimo, el calor, el fervor y el entusiasmo de la afición vasca. Un pasillo humano en rojo, blanco y verde.

Los colores de la ikurriña serán las pinturas de paz, festejo, algarabía y alegría con la que se quiere obsequiar al Tour. “La afición vasca y la ikurriña siempre acaban apareciendo. Después de ondearla tantas veces mostrando el orgullo de todo un país, ahora nos toca lucirla en casa. Qué mejor símbolo que la ikurriña para mostrar al mundo entero ese sentimiento, esa pasión, esa emoción con la que vivimos en Euskadi. No hay mejor chute de energía que una ikurriña. Así que, este año, y más que nunca, nos toca sacar la ikurriña a nuestras calles”, apuntó Roberto Laiseka, campeón en Luz Ardiden en 2001. “Para nosotros fue un sueño”. 

Marino Lejarreta, vencedor en Millau en 1990 en una etapa inolvidable en la que no alzó los brazos porque desconocía si era primero, enfatizó que “el hecho de que el Tour salga de aquí es el premio gordo. Casi no hace falta animar a la gente a que salga a la carretera, estoy seguro de que la afición va a responder, siempre lo ha hecho, es muy fiel. A cualquier sitio que hemos ido como ciclistas, cualquiera de nosotros, siempre que había un euskaldun había una ikurriña. Estos días del Tour en Euskadi no van a fallar”. “Todo estará lleno de ikurriñas cuando venga el Tour”, analizó Eneritz Iturriaga, que invitó a las instituciones para que el Tour femenino también tenga presencia en Euskadi "al menos con una etapa".

Tres etapas vascas

El hilo amarillo coserá Euskadi con el bordado de la Grand Départ. “Supone la oportunidad de que Euskadi demuestre al mundo lo que es y lo que quiere ser”, expuso el lehendakari Iñigo Urkullu en la presentación del recorrido del Tour en París. La etapa inaugural, el 1 de julio, tendrá comienzo y final en Bilbao. Alfa y omega. El segundo día de competición, las costura del Tour unirá Gasteiz y Donostia. Amorebieta enhebrará con Baiona en el tercer día de competición. La cuenta atrás para el gran día, el 1 de julio, está en marcha. 

Hasta alcanzar esa meta, que será el inicio de un sueño, los organizadores del Grand Départ fijarán un cronograma con distintos hitos a modo de aproximación al campo base del Tour, que se instalará en Bilbao. Desde el Gobierno vasco, las diputaciones forales y las capitales de los territorios históricos se estimula un acontecimiento grandioso, único debido a su impacto. Azkuna Zentroa sirvió para anunciar la propuesta de la hoja de ruta hacia el Tour.

Trabajo institucional en común

El acto convocó al impulso de las instituciones que han logrado atraer al Tour, el sol del ciclismo. Bingen Zupiria, Consejero de Cultura y portavoz del Gobierno vasco encabezó la nutrida presencia institucional. “El Tour es un gran reto para nosotros. Supone un trabajo de orfebrería fina. Creo que aún no somos conscientes de lo que se nos viene encima, lo que supone uno de los eventos más grandes del mundo. No nos damos cuenta de lo que puede suponer para nuestra imagen exterior, una enorme proyección internacional. El Tour nos está exigiendo muchísimo en distintos ámbitos. No podemos ser menos que el nivel mostrado en Copenhague el pasado Tour. Del mismo modo, también tenemos que ser conscientes de las afecciones que supondrá el paso de la carrera”, subrayó Zupiria, acompañado para la ocasión por Xabier OchandianoCristina MúgicaMartín IbabeIker Goiria, Livia López José Luis Cimiano, todo ellos representantes de las instituciones implicadas: Gobierno vasco, diputaciones forales y capitales vascas. 

Bajo el sol del centro cultural, ideado por Philippe Starck, con una pantalla que daba la bienvenida al Tour, brilló un pelotón de ciclistas con ascendente. Marino Lejarreta, Roberto Laiseka, –ambos ganadores de una etapa– Eneritz Iturriaga, David Etxebarria –doblete en 1999–, Igor González de Galdeano (el último maillot amarillo vasco del Tour), Igor Antón, Agurtzane Elorriaga y David López.

El reloj del Tour, 100 días antes

El reloj que marcará la cuenta atrás oficial hasta que arranque el Tour en Bilbao se activará el 22 de marzo. Con la primavera se celebrarán los 100 días que restan para el magno encuentro con la historia de la carrera que iluminará algunos edificios emblemáticos de Bilbao, Donostia, Vitoria-Gasteiz y Amorebieta. Hasta las piedras se colorearán de amarillo. Además de los Tour Eguna que salpicarán distintas localidades vizcainas durante estos meses, en mayo se celebra la marcha cicloturista Donostia-Baiona-Donostia, que cuenta con un maillot especial diseñado para la ocasión sobre el pantone amarillo del Tour. 

Marchas cicloturistas

El 11 de junio, a tres semanas de que el Tour alce el vuelo en Euskadi, desde la pista de despegue de Bilbao, se celebrará la marcha cicloturista que recorrerá el trazado de la etapa inaugural de la Grande Boucle, que también dispondrá de un maillot conmemorativo para el recuerdo. Una cita ineludible para los amantes del ciclismo y los fieles del Tour. Vitoria-Gasteiz también contará con una invitación a una marcha para ciclistas el día 24. 

Cuatro días después, se inaugurará el centro de prensa que acogerá a miles de periodistas de todo el mundo. En el mismo acto, se pondrá en funcionamiento la oficina permanente de la carrera, el puesto de mando del Tour, el cerebro que gestiona el mastodonte amarillo y sus numerosos tentáculos. 

Una emisión para 200 países

El día 29, dos jornadas antes del KM 0 del Tour, se presentará a los equipos participantes en la carrera en la explanada del Museo Guggenheim con una emisión de ETB que podrá verse en 200 países. El símbolo del Bilbao moderno con su piel de titanio será el espejo que reflejará los colores del Tour y a sus protagonistas. Será uno de los puntos cardinales de la carrera. Los aficionados podrán disfrutar del Fan park acondicionado para la ocasión. A partir de ahí, se abre la compuerta de la mayor fiesta del ciclismo. El corazón amarillo del Tour late en Euskadi, que le recibirá ondeando la ikurriña.