El magnate Elon Musk, dueño de Twitter, ha confirmado que está pagando la marca de verificación azul de la red social de algunos famosos, después de que la empresa haya retirado la etiqueta de la mayoría de las cuentas que no están suscritas al servicio Twitter Blue.

"Solo Shatner, LeBron y King", respondió Musk a un mensaje en la red social sobre la confesión del empresario de que paga personalmente la suscripción de las cuentas de estas tres personalidades: el actor William Shatner, el jugador de baloncesto LeBron James y el autor Stephen King.

Tanto James como King habían anunciado con anterioridad que no pagarían el servicio de suscripción de Twitter, que cuesta ocho dólares al mes. King, de hecho, había publicado un mensaje en la red social en el que aseguraba no saber por qué le seguía apareciendo el famoso "tick" azul, ya que él no se ha suscrito a Twitter Blue.

Tras el anuncio de Musk de que Twitter iba a cobrar por verificar las cuentas, fueron muchas las personalidades o medios de comunicación que anunciaron que no iban a suscribirse a este servicios, entre ellos, The New York Times, el jugador de baloncesto, Le Bron James, o la actriz Halle Berry

De hecho, la actriz ha publicado mensajes en tono de humor señalando que ya se encontraba entre los usuarios que habían decidido no pagar el servicio Twitter Blue.

No hay que irse a EE.UU. para encontrarse con famosos que se han negado a abonar el nuevo servicio de Twitter. El streamer, Ibai Llanos, se ha referido a esta cuestión en su cuenta.

Solo 116.000 suscripciones

Los usuarios de Twitter Blue pueden editar sus "tuits", publicar contenido de hasta 10.000 caracteres y conseguir que el algoritmo de la plataforma impulse sus publicaciones.

Sin embargo, solo el 0,2 % de los usuarios de la red pagan por Twitter Blue: en marzo, Twitter Blue tuvo alrededor de 116.000 suscripciones confirmadas en la web, un 138 % más que el mes anterior, según Similarweb.

Esta cantidad de abonos no produce ingresos suficientes como para compensar el dinero que la empresa perdió cuando diversas compañías dejaron de insertar publicidad en Twitter con la llegada del director ejecutivo de Tesla y XSpace.