A estas alturas de la historia de las redes sociales no es un secreto que WhatsApp, el servicio de mensajería instantánea de Meta, es en la práctica el que mayor número de usuarios tiene. Esto se traduce en que la lista de contactos que tenemos almacenada en nuestro teléfono puede resultar bastante larga.
Pero, ¿nos hemos parado a pensar en el impacto que tiene eso en nuestro terminal? De entrada, si no hacemos limpiezas periódicas, serán muchos los mensajes, fotos, archivos, memes, audios los que queden almacenados en la memoria del aparato. Pero también ocupa un espacio, que puede parecer escaso en comparación con lo anterior, que en algún momento nos puede hacer falta.
Tendemos a guardarlos todos, los de familiares, amigos, compañeros de trabajo, padres y madres del colegio o del equipo deportivo correspondiente, conocidos más o menos casuales, profesionales o comercios con los que alguna vez hemos tenido alguna comunicación momentánea… Entre ellos es fácil que haya gente con la que hace años no mantenemos ningún tipo de relación. Incluso algunos que ya han fallecido.
Una brecha en la privacidad
Pero ocurre que lo que creemos que es un simple listado de nombres y números también puede ser un caballo de Troya que permita acceso de otros a tus datos privados o, incluso, a ocasionar problemas de seguridad. Por eso, aunque dé pereza, es oportuno ir haciendo periódicas limpiezas de la agenda, incluso saliéndonos de algunos chats grupales.
Un antiguo contacto de WhatsApp puede tener acceso a ciertos datos de tu cuenta, siempre y cuando no te hayas tomado el trabajo de configurarla con el objetivo de protegerlos. Así, el curioso puede acceder a tu foto de perfil, a la hora en la que haya sido tu última conexión o saber que estás en línea en ese momento y a los estados y publicaciones temporales que vayas haciendo.
La emboscada de los números inactivos
Con la facilidad actual de mantener el mismo número de teléfono si cambiamos de operador, la famosa portabilidad, son pocos los que tienen en cuenta un detalle: que las compañías pueden reciclar y reasignar un número que esté inactivo a un nuevo cliente. Esto puede dar lugar a que lo que antes era un antiguo contacto se convierta en un desconocido con acceso a tus datos y actualizaciones.
En este caso, se puede dar el salto de una intromisión en la privacidad a un problema de seguridad, ya que puede darse el caso de una suplantación de identidad que, con la excusa de retomar el contacto, acabe en una estafa o en un fraude digital.
Estos son los beneficios de eliminar contactos
Además de por prevenir estos riesgos, una revisión y limpieza regular de la lista de contactos ofrece otra serie de ventajas. La primera y más evidente es poder organizar de una forma más clara los chats, saber dónde buscar y encontrar más rápidamente a cada persona o cada grupo. Se puede comprobar si hay contactos duplicados, si esos dos o tres números distintos con un mismo nombre corresponden a la misma persona o son diferentes y vendría bien diferenciarlos. Con menos contactos, la lista de chats es más fácil de gestionar.
Además, a la hora de compartir cualquier tipo de contenido, sean fotos, vídeos y estados, la seguridad será mayor ya que se sabrá realmente a quiénes quieres que lleguen.
Así se borra un contacto
Una vez localizados los contactos que queremos borrar, el proceso es sencillo. Únicamente hay que tener en cuenta que no hay que borrarlos desde WhatsApp sino desde la agenda del teléfono. Para ello basta con abrir la app de Contactos o Agenda del móvil. Después, solamente hay que buscar el número o el nombre de la persona que se quiere borrar. Clicando encima se abrirá su ficha. En la esquina superior derecha aparecerá el icono de Configuración, que hay que pinchar para que se despliegue un nuevo menú. En este hay que seleccionar la opción Eliminar. Se borrará tanto de la lista general como del WhatsApp.