"No hay nada que me guste más que un programa que comienza con unos buenos escupitajos. Y en eso, Perdidos en la tribu no me decepcionó. Ay, que monas, las mujeres, masticando bien babeadita la chicha y escupiéndola como si no hubiera mañana. Sí, amigos, ha vuelto Perdidos en la tribu. Y aunque lo han vendido como el más extremo, en realidad es el más pijo, porque han cogido a tres familias a las que les hacen falta un par de hos… complementos más para ser absolutamente insoportables. Antes de empezar con las familias, haremos repaso al discursito de Raquel Sánchez Silva en el aeropuerto (...) Se veía a los participantes con los ovarios/testículos subiendo por su garganta hasta llegar a la cabeza y abultar como si fueran la silueta de Mickey Mouse".
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