El espectáculo de la gallina de los huevos de oro que es el fútbol sigue dando espectáculo por más que la venta de los derechos haya quedado perfectamente clara. Este negocio redondo tiene en quienes se han quedado al margen sus principales detractores. Hay cadenas como Cuatro o La Sexta que tienen en sus parrillas programas exclusivos de fútbol. Tan exclusivos que no saben hablar de otra cosa. Ahora se han buscado subterfugios, como el grabar de las teles de los bares imágenes donde aparezcan los goles de Messi, Ronaldo y así. Un truco burdo que ellos defienden por su “derecho a informar”. Hay presentadores que llevan tan interiorizado el tema del fútbol, que pretenden hacernos creer que los chascarrillos que nos cuentan son información de primera necesidad. Pero mucho me temo que no. De hecho, sus programas hace tiempo que salieron de los informativos para crear un estilo propio, donde las noticias sobre el fútbol se centran en las grandes figuras de la Liga y sus cosas. Está claro que los dueños de los derechos del fútbol quieren rentabilizar al máximo su negocio y, seguramente, este ímpetu recaudador acabará dañando la gallina, si no la mata irremisiblemente. La temporada pasada a las radios ya les avisaron de que serían las siguientes en el pago de los derechos para poder emitir. Puede que luego vayan a otros medios como la prensa. Los mismos medios que lo hicieron subir, ahora se pueden quedar al margen del éxito de un deporte que ha dado con la tecla de la popularidad. Pero puede pasar que, de la misma manera que se subió hasta tan arriba, las víctimas que se van quedando en el camino inicien otra corriente que lo haga bajar a base de presión o zancadillas. La cuestión es: ¿cuál será la alternativa? Si la hubiera; podría ser otro deporte, pero no se termina de adivinar cuál alcanzaría el testigo. Hay que ver si la pasta del fútbol en la tele va para arriba o resulta que ya ha tocado techo y comienza la cuenta atrás para esta gallina de los balones de oro.
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