pamplona - Esta nueva entrega de Wild Frank en DMAX, que se verá en más de un centenar de países, es un recorrido por uno de los países más ricos del mundo en recursos naturales pero donde el umbral de la pobreza es del 70%. La codicia humana ha sacudido a Frank Cuesta, defensor de los derechos humanos, que ha visto un mundo donde el egoísmo reina en las personas. La nueva entrega está compuesta por cuatro episodios más un capítulo especial rodado en un orfanato de gorilas donde tratan de recuperar a las crías de gorila de montaña que han sobrevivido a la matanza de sus familias.

Parece que este viaje a la República Centroafricana le ha sorprendido.

-Es un viaje muy raro: hay un gran contraste entre los animales y las personas; es un lugar donde los animales viven mucho mejor que las personas.

Un país sometido a la codicia...

-Es el país con la riqueza material más grande del mundo, pero uno de los que más pobreza humana tiene del planeta. Sus selvas son increíblemente bellas, pero el contraste se centra en la miseria de la gente y en la sensación de peligro constante. Ésta es la historia de este viaje.

¿Impresionado?

-Es un país donde ves realmente a la Humanidad y cómo funciona el ser humano; está controlado por varias familias y empresas, y se están beneficiando los mismos de siempre. La codicia está tan arraigada que no se ve una solución a corto o medio plazo.

El 70% de la población está en el umbral de la pobreza?

-Y pobreza en el sentido más literal; no tienen nada. Si vas a un país donde no ves basura en el suelo, te das cuentas de que es pobre, muy pobre.

Curiosa apreciación. ¿Cómo vive la gente su situación? ¿Resignación?

-Sí, podríamos decir que se vive con resignación. No tienen una esperanza de vida; es como decir: “A ver quién muere antes”. Es la tristeza que expresa su mirada y que parece decir cuando te miran: “¿Por qué tú estás ahí y yo aquí?” Es la injusticia de la vida y de la sociedad.

Su objetivo eran los gorilas y ha descubierto una realidad social que duele.

-Nos hemos encontrado con la parte humana y había que grabarla sí o sí. No la puedes evitar.

¿Programa denuncia?

-Muchas veces vamos a buscar animales y no miramos a los lados, donde la cosa está muy mal. Es el egoísmo y la hipocresía: vamos a salvar a los animales, pero se están muriendo los niños.

Los gorilas comparten casi toda nuestra genética, pero... ¿cómo son en las distancias cortas?

-Son muy parecidos a los humanos en hábitos familiares, aunque nosotros hemos evolucionado de otra manera. Las raíces, la mirada y el comportamiento son similares, pero hay una cosa que nos diferencia mucho: ellos viven en paz y muy lejos del estrés que nos aqueja.

¿Cómo reciben a los humanos?

-Nunca te reciben bien. Te estás metiendo en su terreno y no les gusta; de hecho, tuvo que pasar un tiempo hasta que se adaptaron a nosotros.

¿Entra el gorila dentro de la codicia humana que hay en La República Centroafricana?

-El gorila no está ahora mismo tan en peligro porque no se cazan gorilas. Dicha especie se ve amenazada porque hay mucha lucha interna entre los humanos. Se matan gorilas para dar advertencias, ya que hay mucho interés por las minas y las zonas donde hay minerales codiciados. Un problema grande para los gorilas es la tala de árboles. El peligro real vendrá cuando al Gobierno le interese deforestar totalmente esos terrenos.

¿Puede ocurrir?

-Mientras los gorilas sean beneficiosos para el turismo o por subvenciones internacionales para conservar esa naturaleza, estarán ahí. El día en que eso cambie porque quieran hacer un parque de atracciones donde ellos viven, ¡olvídate!

Ha llegado muy lejos a pesar de que en determinadas ocasiones dijo que se iba a ir de la televisión...

-De hecho me fui porque no veía que podía hacer lo que yo quería. Lo bueno que he conseguido en Discovery es que nos dan libertad para denunciar lo que queremos denunciar. En definitiva, hacemos el tipo de televisión que queremos hacer.

¿Mejor que en Cuatro?

-No quiero decir eso exactamente, pero las circunstancias son distintas. En España quizá gusta otro tipo de programas (los que hacen mucho ruido y llevan a famosos); y puede que el nuestro no tanto. En la India, en cambio, nos han visto ocho millones de personas. Yo estaré siempre agradecidísimo a Mediaset, que fue el grupo que nos catapultó, y Discovery ha sido la continuación a ese trabajo.

Da la sensación de que dedica todo su tiempo a la televisión.

-No es así. Cuatro meses son para la televisión y el resto del año lo dedico a la lucha que tenemos en Asia por los derechos de los animales.

¿Cuántas facturas le ha pasado su lucha en favor de los animales?

-Muchas; a diario te encuentras con problemas y gente en contra, pero lo que digo siempre es que los animales no tienen abogados. Me gusta este tema, es injusto y habrá que seguir.

Si tuviéramos que hablar de animales en peligro de extinción?

-El humano, ése es el que más peligro tiene. A nivel animal exclusivamente (no racional), cualquier animal que sea bonito está en riesgo por la codicia humana.