pamplona. "¿Quién no ha apuntado algo en una servilleta y luego la ha perdido?" se preguntaba ayer Ioseba Eceolaza en la presentación de su primer libro de poemas, aludiendo al título del mismo. Esa metáfora de la servilleta como algo efímero late en el fondo de Apuntes de servilleta. Una obra en la que, en palabras de su autor, "no hay dogmas, no hay certezas, no hay miradas unívocas ni categóricas". Tan solo, y es mucho, emociones.

"Hay que reivindicar la inteligencia emocional, el mundo de las emociones, y más en una sociedad como la nuestra, en la que hemos dado tanta importancia al mundo de las labores, al trabajo", dice el parlamentario de NaBai, quien ha trasladado al lenguaje de la poesía -en el que empezó a escribir hace unos siete años- su "compromiso vital y político", combinando realidades como las relacionadas con la memoria histórica con vivencias y sentimientos cotidianos "que a todos nos pasan". Homenajeando experiencias que ha vivido a nivel político y a nivel personal. Su intención es "normalizar ambas cosas, el compromiso político y el humano: el amor, el desamor, las dudas... En este libro he intentado pasar de la moción a la emoción, y eso a veces es difícil...", dice. Apuntes de servilleta, publicado por el sello unartemedio de Auzolan en colaboración con Cénlit Ediciones, incluye 39 poemas entre los que se alternan 9 apuntes en prosa poética, estos últimos según Ioseba Eceolaza "son mucho más ligeros y facilitan la lectura, porque creo que a veces es más importante lo que se pretende transmitir que la forma en que se haga". Uno de esos apuntes se lo dedica al casco viejo de Pamplona, "un barrio interesante donde tengo la suerte de vivir", decía ayer Eceolaza. La guerra del 36 y los familiares de los fusilados están presentes en otros apuntes, y también hay reflexiones más personales, en los que cobra protagonismo la voz más interior del alma del autor. Lo mismo sucede en los poemas, en los que del mismo modo está presente "esa dualidad equilibrada entre vida cotidiana y compromiso", tal y como destacaba ayer Fernando Pascual, de la librería Auzolan y encargado de la publicación de Apuntes de servilleta.

la virtud de la fragilidad "Frágil como un cristal de medio milímetro. Como un temblor de vida". Así reconoce sentirse Ioseba Eceolaza al hacer públicos tantos sentimientos. Precisamente, en Apuntes de servilleta reivindica "la fragilidad y la sensibilidad como síntomas de fortaleza". Y el derecho a la duda. "No pasa nada porque no tengamos certezas, ni pasa nada porque en el mundo político no tengamos respuestas para todo; yo no tengo respuestas para todo. Este libro combate lo unívoco, las ideas cerradas, el blanco y el negro, y trata de transmitir matices", cuenta Eceolaza, quien en esa línea dedica su libro "a la gente que vive el presente, sin esperar paraísos de ningún tipo".