Ken Zazpi, haciendo honor a su nombre, ha querido celebrar su séptimo cumpleaños discográfico con la edición de un CD y DVD documental, grabado en directo en el teatro Victoria Eugenia de San Sebastián el pasado 3 de enero. Una colección de canciones, la mayoría clásicos de la banda, que desgranarán en directo en la presente edición del Hatortxurock; un concierto especial dentro de la gira que arropa este compacto, ya que el resto de actuaciones las realizarán en salas y teatros.
Eñaut, voz de Ken Zazpi, charló sobre este especial aniversario con EL CAMALEÓN.
-En el documental que complementa este trabajo, durante la preparación del concierto que grabasteis en el Teatro Victoria Eugenia, apuntabais que vuestra intención era "intentar hacer el mejor concierto del mundo". ¿Cuáles fueron los mayores retos a la hora de alcanzar esta meta?
-Se acercaba el final de gira de Argiak, quizá la que ha sido hasta el momento nuestra gira más trabajada en cuanto a luces, sonido, etcétera. Estábamos muy rodados y creo que reuníamos un buen cúmulo de experiencias como para decir que, como grupo, estábamos en nuestro mejor momento y, además, nos daba mucha pena terminar la gira; así que decidimos que había que grabarlo. Al principio, ni siquiera teníamos pretensiones de editarlo, simplemente queríamos tener unas imágenes registradas como recuerdo de esta serie de conciertos. Conforme se acercaba la actuación, la verdad es que nos pusimos un poco nerviosos, pero al final se desarrolló todo muy bien; para nosotros fue una fiesta, en todos los sentidos. Personalmente, casi hasta el final de la actuación ni me acordé de que se estaba grabando... Perdí la cabeza en varios momentos, en el buen sentido, me abstraje totalmente y me dediqué a disfrutar; hasta el punto de que no sé si seré capaz de volver a hacerlo. Cuando terminó el bolo sí que le pregunté al técnico cómo había salido, nos dijo que de la hostia y eso fue la culminación de un concierto muy mágico.
-Para la grabación, ¿modificasteis el repertorio que habíais preparado de cara a la gira?
-No, fue el repertorio de la gira. Son las canciones más especiales para nosotros, que, por suerte, creo que coinciden con las más especiales para nuestro público. Tengo bastante claro que Ken Zazpi es un grupo de directo, y en los conciertos tú notas si se da esa comunicación, ese trasvase de energía mutua. En este sentido, no fue nada difícil elegir el repertorio, no generó ni una sola discusión dentro del grupo.
-Sin embargo, habéis alterado el orden de las canciones en el DVD con respecto al compacto, ¿por qué?
-En el disco hemos respetado el orden porque queríamos que reflejara el bolo tal y como fue; en el DVD, al ser también una especie de documental, cambiamos el orden de algunas canciones para intercalarlas adecuadamente con las entrevistas. Realmente, el DVD pretende ser como una pequeña biografía que repasa nuestros siete años de trayectoria discográfica pero, sobre todo, es una manera de agradecer... De agradecer porque para nosotros han sido siete años increíbles, en los que hemos contado con el apoyo de la gente desde el principio y por eso nos sentimos muy afortunados. Pero no sólo agradecemos al público, también a los mánagers, a los técnicos, a toda esa gente que no se sube al escenario pero que ha estado con nosotros; y queríamos que, de alguna manera, también fueran protagonistas del DVD.
-Precisamente, una de las afirmaciones que más repite el público en el documental es: "No me importa en qué canten porque es un grupo que me llega".
-La verdad es que la música, en este sentido, consigue romper muchos prejuicios y complejos. A veces se teoriza demasiado sobre ciertos aspectos cuando todo es mucho más natural. Cuando yo escucho música, lo que me importa es que sea auténtico, original y que se haga de corazón; en la música y en todo lo demás. En el caso de Ken Zazpi, a nuestros conciertos viene mucha gente que no utiliza el euskera habitualmente, y a pesar de ello canta las canciones, nos sigue y nos apoya.
-¿Por qué en este momento tan complicado, en lo que a la venta de discos se refiere, os habéis lanzado a montar vuestro propio sello para editar concretamente este álbum?
-Por una parte, aunque ahora nos hemos metido en el rollo de la autogestión y autoedición, creo que ésta no es la solución, pero sí vemos que estamos en un momento de transición. También somos conscientes de que no hubiéramos tenido problemas en conseguir el apoyo de alguna discográfica, tenemos esa suerte... Lo que sí hemos visto es que la vía tradicional está agotada justo en los años en los que el grupo está en su mejor momento, así que creímos que era el momento adecuado para hacerlo. Queríamos aportar nuestro granito de arena, como otros muchos grupos, sobre todo para hacer ver que la situación, hasta ahora, para los músicos y creadores en general no ha sido tan justa como debiera ser. En épocas de opulencia no se reflexiona sobre ciertos asuntos, pero cuando llega la crisis afloran las precariedades y las asignaturas pendientes; precisamente, creo que tenemos que aprovechar la crisis para cambiar las cosas. Hay que convertir la adversidad en oportunidad y no quedarnos sólo protestando, como siempre. Por eso Ken Zazpi ha decidido pasar de las palabras a los hechos y tomar su propia iniciativa para provocar una situación diferente e intentar conseguir que los creadores tengan voz propia. Es una manera de reivindicarnos como creadores, de decir que el sistema no nos gusta y que no nos vamos a quedar mirando.
-¿La edición de 'Ken Zazpi Urte Zuzenean' es una celebración que tendrá su 'final' en 2010, cuando entréis a grabar nuevas canciones?
-Sí, aunque ahora nos estamos centrando en preparar los directos, ya que no sólo vamos a tocar las canciones de este álbum sino que también tocaremos otras no tan habituales e incluso inéditas, temas nuevos que probablemente se publicarán en el próximo disco. Es un manera más de celebrar este séptimo aniversario. De todas maneras, aunque hagamos un kit-kat, a partir del 26 de mayo retomaremos la grabación y composición de los nuevos temas con Rafa Sardina, el productor de Argiak. Ilusión y proyectos no nos faltan.