pamplona. La grabación de la sexta edición se hizo en noviembre y diciembre y duró siete semanas. Esta vez Txema Montoya también ha estado allí, como todas las anteriores. Es muy cauto a la hora de adelantar lo que podrán ver los espectadores a partir de hoy mismo, pero augura muchas sorpresas "y un cambio muy, muy gordo".
¿Dónde se ha grabado esta vez?
Siempre vamos a la misma zona. La base de operaciones se establece en Esquel, en la provincia argentina de Chubut, muy cerca de la frontera con Chile, en plenos Andes y con un clima duro y hostil y un entorno privilegiado plagado de montañas, lagos, bosques, ríos y grandes llanuras desérticas. Este año, la novedad es la Patagonia atlántica, cerca de Puerto Deseado, un paraje durísimo, muy seco, lleno de desiertos y salinas, con una fauna increíble... un enclave histórico de marinos y piratas y, cómo no, el impresionante glaciar Perito Moreno.
¿Costó mucho seleccionar a los concursantes?
En total, en los castings de Bilbao, Donostia, Gasteiz e Iruñea, vimos a casi 1.400 personas, un nuevo récord de participación. Hay personajes que en cuanto los ves ya sabes que tienen muchas papeletas para tomar parte... Pero cuando acaba el periodo de casting grabado empieza la pelea por desechar a muchos aspirantes que al principio parecían insustituibles. Además, entre los chicos siempre está más difícil. De los 1.400 aspirantes, más de 1.000 eran hombres y el resto chicas.
¿No puede revelar algo más?
Intentamos llegar a todo tipo de público y que participe todo tipo de concursantes. Muy jóvenes, maduros, inmigrantes, repartir el número entre las provincias de Euskal Herria... Y también que sus caracteres sean variopintos, complementarios y, a veces, conflictivos respecto al grupo y a los capitanes. Siempre se premia la capacidad de comunicación y de entretener... Y las facultades físicas, cómo no, aunque no queremos que el programa se convierta en una competencia muy elitista, cuasiolímpica, y los Juegos y Duelos dan posibilidades a todos ellos. Este año tenemos varios inmigrantes: una dominicana, una estonia y un chino que va a dar mucho que hablar... Participarán, además, un ciclista profesional, un vaquero, un escolta, una militar y una ganadora del reality para transformistas...
¿Han sido más quejicas que los de otros años o más valientes?
Cada año se quejan menos. Haber visto durante cinco años el formato ya hace una criba importante porque la gente sabe adónde va… De todas formas, es muy curioso comprobar cómo la persona que en el casting dice que comería gusanos y que aguantaría sin cabaña cinco días seguidos es el primero en quejarse, por ejemplo, de que no tienen leña para hacer fuego...
¿Por qué protestan?
Cuando empiezan a quejarse lo hacen por todo. A veces es surrealista... El mismo concursante se queja un día por algo y al día siguiente por lo contrario. Lo más estresante para todos es la primera semana. No conocen a nadie, están en un programa de televisión y descubren el hambre y el frío por primera vez en su vida... En este programa no hay ni trampa ni cartón, no hay comida extra fuera de cámara y cuando llueve o nieva los participantes se mojan todo el día (como el equipo que los está grabando, dicho sea de paso...).
¿Tiene tentaciones de ayudarles?
La experiencia te hace duro. Los primeros años crees que los juegos son muy fuertes y que vas a matar a alguien en cualquier momento. Aprendes a darte cuenta de que en este tipo de situaciones los participantes se transforman, como un Pokemon, y a veces parecen indestructibles. Salvo en momentos puntuales, no dan pena. El que lo pasa realmente mal siempre tiene la posibilidad de dejar la aventura y bajarse al pueblo a comer un chuletón. Si ablandáramos el programa, les defraudaríamos.
¿Ha habido muchas broncas?
Pues la verdad es que sí, bastantes... Pero el programa, a diferencia de otros realities, no se alimenta de ellas. El programa más seguido, el del año pasado, fue el que menos polémica tuvo, proporcionalmente. La crispación no siempre gana a la autenticidad. El público valora la dureza del programa y sabe que el ganador se lo ha currado un montón... Aunque el morbo por lo que va a pasar es muy humano.
¿Y abandonos prematuros?
Abandonos siempre hay... Y este año no iba a ser menos. Hay que diferenciar entre el abandono obligado por prescripción médica y el caprichoso, cuando un participante decide que está mejor en casa que pasando hambre y frío en un campamento lejano... Éstos últimos son una pena. En casa se han quedado más de 1.300 personas que querían vivir esta aventura y no han podido. Estos abandonos también nos obligan a hacer una autocrítica. Seguramente el haber elegido a esa persona fue un error...
¿Qué puede decir de los capitanes?
No puedo contar gran cosa. Hay mucha gente que dice saber quiénes son los de este año. Pues bien, pronto sabremos si aciertan o si se lo han inventado. Alguno se va a sorprender mucho...
¿Es posible todavía sorprender a los participantes? ¿Y al público?
El programa tiene unos valores basados en unas claves que lo hacen potente y muy competitivo. No vamos a traicionarlos nunca, pero cada año llega con alguna novedad importante. A veces el público no la acepta o no la quiere asimilar. Por ejemplo, la aparición del Purgatorio en la segunda edición no fue bien recibida por los habituales del foro de la web del programa. Pero poco a poco se asimilan los cambios. Este año los va a haber, y uno muy muy gordo que no puedo adelantar... En cuanto a los concursantes, llegan con un esquema que intentamos romper. Creen que saben lo que va a pasar, pero les zarandeamos la cabeza a cada minuto…
¿La duración será como la de otras temporadas?
Este año nos tendrán que aguantar un poco más. Habitualmente, la final en plató suele celebrarse a comienzos de mayo. Esta temporada la serie tiene 20 episodios y, por lo tanto, la final será ya en junio.
¿Pueden los espectadores imaginar cuánto trabajo hay detrás de lo que ven?
¿Trabajo? Muchísimo. El equipo de grabación lo formamos casi 100 personas de forma directa o indirecta. Más el equipo de edición, la gente que toma parte en la final en directo de ETB, la gente que prepara el casting, la página web, etc. El proceso que sigue a la grabación incluye un visionado exhaustivo del material grabado, edición de eventos como juegos, duelos, asambleas, postproducción de audio, de color, copias, envíos… y paralelamente, Joxan Goñi (el codirector) y yo seguimos al día la edición de los episodios a través de Internet. El programa se convierte en una gran producción (utilizando términos cinematográficos) y creo que su calidad se refleja en la pantalla.
¿Se plantean buscar otro lugar inhóspito o Patagonia es el ideal para un "reality" de supervivencia?
Es un lugar conocido, que ya dominamos (si se puede dominar un monstruo así, claro está...), es una tierra mítica con una leyenda insuperable, sus montañas nos llaman a los vascos, el clima es duro y no parecen unas vacaciones en el Caribe. Además, las infraestructuras nos ayudan a no jugarnos la salud de nadie y a garantizar una serie de servicios fundamentales para sacar adelante una producción así. El conquistador del fin del mundo se ha convertido en un clásico, una marca que muchos quisieran enganchar. Hay otros lugares fantásticos en el mundo, pero nos quedamos con la salvaje Patagonia.