madrid. Harrison Ford, el actor mundialmente conocido por su papel de héroe de aventuras Indiana Jones, asegura que no es ninguna ventaja ser percibido como alguien que encarna a un ser excepcional y que él, particularmente, no tiene héroes: "lo admirable -dice- es llevar esa ambición a un trabajo bien hecho". El actor pasa apenas 48 horas en España promocionando su nueva película, que se estrena el 12 de marzo, Medidas extraordinarias -que también produce-, basada en una historia real sobre los esfuerzos de un padre por conseguir el remedio que salve a sus hijos, condenados a una muerte prematura a causa de la enfermedad de Pompe. Ford señaló ayer que él "admira a personas por su trabajo o simplemente por quiénes son; no creo que sea una ventaja ser percibido como un héroe, o como alguien que interpreta héroes, no sé cómo se interpreta a un héroe".
Aunque no concretó si habrá o no quinta parte de Indiana Jones, a sus 67 años Ford guarda especial recuerdo de su papel de John Book, el policía que pasó de proteger a ser protegido en una comunidad amish en Único testigo", de Peter Weir. "El éxito de la Guerra de las Galaxias o de Indiana Jones no fue suficiente para que la gente pensara que era capaz de actuar: esas películas no me dieron la oportunidad que me dio ésta de mostrar cuáles eran mis ambiciones y cuál mi capacidad", resume. Ford explicó que le hace "feliz" interpretar un papel secundario, -al científico Robert Stonehill, un atípico investigador que estudia la enfermedad de Pompe sin dinero para poner en práctica sus teorías-, porque puede aportar algo diferente: "el protagonista debe estar a la altura de las expectativas, el secundario puede aportar otras cosas, tiene más libertad para hacer algo diferente. He tenido la libertad de crear conflicto, interés y, espero, humor".