bilbao. Mantis narra la historia de Teresa, una chef que oculta secretos en sus fogones que logran que sus platos despierten pasiones, pero, a pesar de su exitosa carrera, no termina de sentirse satisfecha.
¿Quién es Teresa para usted?
Es la protagonista de mi novela. Es una chef que oculta secretos en sus fogones que logran que sus platos despierten pasiones. Pero, a pesar de su exitosa carrera, no termina de sentirse satisfecha.
¿Cómo definiría su novela?
Como una intriga psicológica, un cuento de hadas envenenado, cargado de humor negro y un perverso sentido del suspense. La historia de una mujer fatal que persigue huir de su destino.
A su protagonista le gusta cargarse a los amantes.
Más bien es una mujer fatal que lleva a los hombres a su perdición.
¿Cruel?
No, ellos caen porque quieren. Ella se limita dejarse querer. Si lo hombres desaparecen, si hay problemas, no podemos olvidar que hay mujeres que son como panteras, que en su naturaleza está el morder. También es cierto que hay hombres que meten la mano más allá de lo permitido.
¿Hay muchas mujeres fatales por la vida?
Creo que hay muchas mujeres fatales por la literatura. También por el cine negro. Y si nos ponemos a buscar hay un montón de mujeres fatales en la Biblia, en la mitología… Fíjate en los cuentos, las princesas de muchos de ellos que están malditas o las brujas también son mujeres fatales. Y, si nos paramos un poco, son historias contadas por hombres.
En cierta forma, es lógico que sean los hombres los que escriban las historias de este prototipo de mujeres.
Es difícil que la mujer sea la que describa un estereotipo de mujeres determinadas, sobre todo, si entran en el cliché de mujer fatal.
¿En el mundo real podemos encontrarnos a alguna de ellas?
Supongo que sí, pero espero que no sean tan fatales como es Teresa en Mantis. Seguro que hay más de una, pero yo no creo conocer a ninguna con todos los atributos que tiene ella. El mundo está muy complicado y encontrar a mujeres como mi protagonista es difícil. No creo que en los restaurantes se sirvan platos con el nombre de Sexos de consejero delegado y otros por el estilo.
Creo que no. ¿En quién se ha inspirado?
No me he inspirado en una mujer real. Sí en muchas que aparecen en la literatura, en los cuentos, en el cine… Son legión. Son personajes descritos de manera cruel y veraz. Los autores han sido muy mordaces en ocasiones.
¿Se puede poner algún ejemplo?
Todas estas rubias gélidas de Hitchcock. Este director ha recreado a muchas mujeres fatales. Belleza, fatalidad y frialdad. Teresa es un conjunto, y si existiera en la vida real tendría que estar en la cárcel.
¿Por qué tanta maldad en Teresa?
No creo que sea maldad. Es distinto, es una lucha interna lo que la lleva a comportarse de esta forma. Siempre creemos que la mujer de este tipo pertenece a otras épocas. La que yo describo no es de otro siglo, es actual y como tal se comporta. No es coherente situarla en un castillo del siglo XVIII, pues la femme fatale tiene que ser actual y hablar de temas contemporáneos. En este caso, Teresa es mala porque el mundo la hizo así.
¿Qué le lleva a comportarse de esa forma con los hombres?
La falta de amor y la incomprensión. Ella es hija de la incomprensión de su tiempo. El pasado siempre vuelve y, aunque huyas y corras, siempre lo harás en círculo y en algún momento te enfrentarás a él de cara.
Pero esto sirve para las mujeres no fatales también y para todo tipo de hombres.
Sí, es cierto. Muchas veces no queremos ser conscientes del equipaje que tenemos. Volver hacia atrás duele en ocasiones, pero no podemos huir siempre, seamos mujeres fatales o no. Está más que demostrado.
¿Qué retrato ofrece?
El de una niña que huye de su pasado, intentando entenderlo y explicarlo, buscando amor, pero sobre todo comprensión, pues guarda la carencia de cariño del pasado y problemas con la incomprensión.
¿Quién se esconde tras ese retrato?
Una madre. Una figura que marca la existencia de Teresa Sinde, ésta no puede romper con su pasado y se recrea en un mundo en el que triunfa, pero no es feliz. Busca que la quieran, como muchos de nosotros.
¿Podríamos estar ante una guerra de géneros?
Vamos un poco más allá, quizá ni siquiera tenga algo que ver. En esta sociedad todos estamos jodidos y tanto las mujeres como los hombres tienen sus problemas para asumir su rol social, atemorizados por lo políticamente correcto.
¿Crítica política?
No. No pretendo eso. Esta novela va dirigida hacia lo políticamente correcto que impide decir ciertas verdades. Es más bien una burla.
¿Una burla?
Se burla de los estereotipos, no de mujeres u hombres, sino del consejero delegado, del librero cultureta o de la mujer fatal, poco fatal.