NUEVA YORK. "Para nosotros se trata del reconocimiento al trabajo de muchos años y a la historia de un coro que tiene ya 145 años", ha explicado a Efe poco antes del debut el director artístico del Orfeón, Igor Ijurra, quien ha destacado la "emoción" de los integrantes del coro por estar en "uno de los templos mundiales de la música".

El Orfeón Pamplonés, que el martes debutó también en el Kennedy Center de Washington, ha ofrecido en esta ocasión su voz para acompañar la Segunda Sinfonía del austríaco Mahler (1860-1911), una creación que han compartido también con las voces del Coral Arts Society de la capital estadounidense.

Los 120 cantores resultantes de esa unión han hecho vibrar al público neoyorquino, bajo la dirección del ruso Gergiev y acompañados por la orquesta del Mariinsky de San Petersburgo en una velada en la que por el Carnegie han pasado la soprano Anastasia Kalagina y la mezzosoprano Olga Borodina.

Los orfeonistas de Pamplona han afrontado este "hito" en su carrera "con responsabilidad y algo de nervios", según ha detallado Ijurra, quien ha destacado el "altísimo nivel del público neoyorquino", una audiencia frente a la que han demostrado que, pese a ser un coro amateur, su preparación es profesional.

"Por el Carnegie Hall han pasado personas tan importantes como Chaikovsky o el propio Mahler, quien dirigió aquí su último concierto en 1911 antes de morir. Es uno de los auditorios más importantes del mundo", ha explicado el director artístico del Orfeón, que ha agradecido la "apuesta" realizada por el maestro Gergiev hacia el Orfeón.

Fue el prestigioso maestro ruso, con quien el coro español ya colaboró el año pasado en Pamplona y Zaragoza, quien invitó al Orfeón a participar en estos conciertos, que tendrán su continuación en la Gran Manzana con su interpretación de la Octava Sinfonía de Mahler.

"Ambas piezas son muy profundas, con una marcada espiritualidad", ha dicho Ijurra, quien se ha mostrado entusiasmado por poder interpretar la Octava Sinfonía coincidiendo con el centenario de su creación y con el 150 aniversario del nacimiento del compositor austríaco.

El Orfeón Pamplonés llegó a Nueva York tras varios días de ensayos en los que se prestó especial atención a la dicción del latín y del alemán al oído estadounidense, como ha comentado en declaraciones a Efe Milagros Pérez, una de las integrantes del Orfeón, que lleva 48 años entregada al coro.

"Queremos estar muy bien preparados y es que, para una persona que no es profesional, debutar en el Carnegie Hall es todo un sueño, porque aquí han actuado los mejores artistas del mundo", ha indicado esta orfeonista de 66 años, que reconoce que "todo el coro ha recibido este viaje a Estados Unidos como una alegría".

Este tipo de actuaciones hacen que los integrantes del coro se encuentren "muy contentos, esperanzados y emocionados", según ha señalado a Efe el presidente del Orfeón Pamplonés, Javier Orella, quien ha subrayado "las grandes oportunidades" que se abren para la formación gracias a este tipo de colaboraciones.

En ese sentido, Orella ha asegurado que las buenas relaciones que se están estableciendo con el Coral Arts Society de Washington seguirán en el futuro.

La visita a Washington y Nueva York del Orfeón supone una nueva etapa en el periplo internacional de la formación española, que en los últimos cinco años ha interpretado en Francia, Portugal, Holanda, Alemania y México las grandes obras del repertorio sinfónico-coral mundial.