pamplona. Era una calurosa tarde de agosto de 2007. Aitzol Aramaio desbordaba vida y pasión mientras en el puerto viejo de Algorta dirigía a Héctor Alterio y Daniel Brühl. Ni el mismo sabía cómo había conseguido convencerles para protagonizar su primera película, Un poco de chocolate, basada en la obra literaria de Unai Elorriaga titulada Un tranvía en SP, ganadora del premio nacional de narrativa en 2002. Los actores confesaron que no habían dudado a la hora de apostar por este joven cineasta vasco. Ayer, Aitzol Aramaio amanecía muerto en su domicilio de Ondarroa, donde se encontraba pasando unos días de vacaciones en compañía de su familia. El cineasta, de 40 años de edad y padre de una hija de tres años, que no tenía problemas de salud, murió, al parecer, de un infarto al corazón.
Aramaio llegó al cine a través de un videoclip después de haber estudiado en la Escuela de Cine y Vídeo de Andoain y, poco a poco, de forma inconsciente, el cine fue adquiriendo para él proporciones mayores.
Un poco de chocolate queda como el primer y último largometraje de su filmografía, que estrenó en 2008 en el Festival de Cine de Málaga. El guionista y director eligió como protagonistas de esta producción a Bárbara Goenaga, Daniel Brühl, Héctor Alterio y Julieta Serrano y el propio autor Unai Elorriaga colaboró como asesor.