pamplona. Siempre amable y dispuesto a explicar su música y sus múltiples proyectos, Huecco desembarca en Pamplona a las puertas de que vea la luz su nuevo disco, Dame vida.

Llegas a la Ciudadela con el single y el vídeo del tema singleDame vida

En directo estamos tocando, además del single, cuatro o cinco temas más del nuevo compacto, entre ellos Amor suicida o Calamidad. Puede parecer extraño pero la realidad es que, por una vez, se han hecho bien las cosas, es decir, sacamos un single hace tres meses, la canción está funcionando y ahora sacamos el disco. Esto, que parece sencillo, es lo que siempre queremos que ocurra pero es bastante complicado.

Respecto al concierto, al margen de los nuevos temas, ¿recogerá los grandes éxitos de tu discografía?

Sí, sí, sí. Hay temas que como no los toque me tiran al pilón (risas). La gente tiene sus clásicos y hay peñas de los pueblos o de las ciudades que como no toque su canción, se lía, y ya nos ha pasado (risas). La gente cuando paga quiere chicha, y eso es normal.

Musicalmente, y teniendo en cuenta lo amigo que es Huecco de evoluciones, fusiones y sorpresas, ¿qué se va a encontrar el público en el nuevo disco?

Es el disco menos latino de los tres. Es un homenaje a los sonidos tipo Tarantino o James Bond, de esa onda, en lo que a guitarras se refiere, algo que nunca había probado... Y mucho pop rock y varias sorpresas; como una canción en criollo, que me fui a Haití a grabarla con las niñas del orfanato, o un bonus track en ruso, con violines tipo Paganini (risas)... Aconsejo que no se lo pierda nadie porque este otro sabor, el de los ritmos balcánicos, tampoco lo había probado nunca,

Siempre te has caracterizado por un dinamismo y curiosidad musical sin tregua, pero, ¿cómo has llegado al ruso?

No he ido nunca a Rusia, así que al ruso se llega... conociendo rusas (risas), esto es broma, ¡eh! El ruso es un idioma fascinante, que se lee muy diferente a como se escribe, así que me tocó investigar y aprenderlo un poco. La letra es muy sencillita, dedicada a una mujer.

¿El hecho de que hayas abandonado los ritmos latinos, es una manera de no encasillarte o simplemente es hacia donde has evolucionado?

Lo segundo. No me he propuesto hacer un disco menos latino, eso no es algo que se decide. Simplemente me puse a hacer canciones y, cuando tienes 18 ó 20 para elegir los 12 que irán finalmente, es cuando te das cuenta de que solo hay dos latinos entre los que quieres incluir: Calamidad y Dame vida. Pero incluso este último es el single menos latino de todos los que he sacado, es una rumbia pero con guitarras y sin percusión.

Si el anterior disco lo vinculaste a la lucha contra los malos tratos, en este promueves el sOccket, un balón capaz de generar energía y que esperas hacer llegar a los niños y familias que lo necesiten. ¿Será ya una marca de la casa el hecho de que tus discos discurran paralelos a un causa benéfica?

Espero que no... Y que no se lo tome a mal la gente. Lo que sucede es que llevo una labor detrás descomunal, y estoy muy agotado a pesar de la energía que llevo dentro. Pero sigo ayudando en la violencia de género, ahora nos metemos con el sOccket, que es un mambo que ni te imaginas... Hay que acabar el balón y llevarlo a los sitios, algo que quiero hacer en persona para controlar el proceso, porque de lo que te cuentan a lo que luego hacen hay un trecho. Así que por responsabilidad frente a todos los que compren el disco y frente a todas las caras conocidas que han participado (David Villa, Jorge Lorenzo, Pau Gasol...), prefiero controlarlo todo porque más nos vale que salga bien. Y, por otra parte, yo lo mismo hago una canción de baile que una benéfica, no quiero que se me asocie con la responsabilidad de que en el cuarto disco apoye otra causa... Seguir con las que ya tengo, componer canciones, preparar directos y grabar discos sería todo un éxito; porque ya no tengo ni vacaciones.

El proyecto sOccke', ¿está centrado en Haití o aspira a ser una intervención global?

La primera acción es Haití, pero nos da miedo la burocracia, porque lo difícil es que si envías 500 balones, salgan 500 balones del aeropuerto de Puerto Príncipe. Mi principal preocupación ahora mismo es la fiabilidad y el control de la distribución. Posteriormente a lo de Haití, estamos abiertos a colaborar con las ONG que nos lo pidan, siempre que sean pequeñas, más o menos, y fiables.