PAMPLONA. Según ha informado hoy en conferencia de prensa el encargado del estudio pamplonés de tatuajes TAI y organizador de la exposición, Carlos Free, la premisa de la que parte la muestra es dar a los pamploneses la posibilidad de descubrir "el trabajo artístico que hay detrás de la profesión".
Y es que, según ha afirmado Free, en su labor como tatuador ha constatado que, frente a lo que ocurre en otras ciudades españolas, en la capital navarra la demanda ha evolucionado muy poco: "En otros sitios cambian las tendencias, pero en Pamplona el tatuaje está muy anclado en lo que se hacía antes. Somos clásicos".
Free ha explicado que los pamploneses todavía se decantan por el tatuaje tribal, que triunfó en la década de los 90: "Nos hemos quedado en las siluetas negras, abstractas, que pueden ser elegantes, pero cuando cubrían todo el cuerpo, porque conseguías armonía, pero ahora la gente lo pide reducido y eso es matar el tatuaje".
Por eso, Free ha querido "dar un paso más allá" y expresar la creciente capacidad artística que los tatuadores poseen, que nace del contacto con otros artistas: "Hay potencial, y estamos intentando darle profundidad e intensidad, con una exposición dirigida no sólo a los interesados en el tatuaje, sino al gran público, a los que les guste el arte".
La exposición consta de unos 50 cuadros de tatuadores de Pamplona, Barcelona, Pamplona, Melilla, Granada, Tarragona, Sevilla o Vitoria, algunos de cuyos dibujos pueden reproducirse en la piel, mientras que otros simplemente sirven "como fuente de inspiración y para que el cliente vea las posibilidades como artista del tatuador".
Así, Free ha reivindicado que, "aunque comúnmente la gente piensa que una rosa roja te la va a hacer igual un tatuador que otro, cada uno tiene un estilo personal, por eso es útil ver cómo dibuja, cómo crea, qué le influencia...".
En cuanto a las tendencias que se llevan actualmente en el mundo del tatuaje, Free ha apuntado a tres líneas principales: el oriental o japonés, que se ha modernizado al fusionarse con el occidental; el clásico marinero, pero con una iconografía renovada y una técnica más depurada, aunque manteniendo su espíritu; y el realista, "ilustrativo y con sombras".