Teniendo en cuenta que son varias las novelas de Alberto Ladron y varios los éxitos de esas obras en lengua vasca, es una buena noticia que ahora pueda leerse al escritor iruindarra en castellano. Lo es gracias a Las manos del carpintero, traducción de Arotzaren eskuak, novela en euskera del año 2006 que va por su decimoquinta edición y la verdad es que resulta conmovedora, aunque, lógicamente, algunos oscuros pasajes de la misma responden a la necesidad de adentrarse en el alma de una joven que, precisamente por lo común de su carácter, se nos viene encima como lo que, en realidad, es: una mujer empeñada en hacerse cargo de su vida, lo suficientemente complicada como para decidir alejarse del mundanal y ensordecedor ruido capitalino justo cuando recibe de su abuelo una herencia que, en un principio, se limita al caserío de su ancestro pero le termina ayudando a cambiar la percepción que de su aitona tenía hasta ese momento.
Las manos del carpintero es una novela que sorprende, sobre todo, gracias a un estilo narrativo que hermana con éxito realismo (natural, en un relato de intriga) con una descripción psicológica de sus personajes realmente encomiable. Ane, que acaba de terminar con una relación sentimental tras la cual ingresa en el mundo real, se topa, de frente, con el pasado de ese abuelo al que, por un lado, apenas conocía y al que, además, debiera haber conocido mejor. ¿Por qué no pudo disfrutar de un abuelo que le quería mucho más de lo que siempre creyó Ane? Porque, como su aita le dijo, "el abuelo había huido de casa hacía mucho tiempo, cuando ella tenía tres años".
Novela a tener en cuenta, Las manos del carpintero nos presenta las credenciales de un escritor con futuro, muy bien dotado? también en castellano.