pamplona. Aitor Gorosabel es una de las referencia ineludible, como voz parte integrante y fundadora de SuTaGar, de la historia del rock en Euskal Herria, y más concretamente del metal. El nuevo disco de la banda no es sino la confirmación de la esencia de un grupo que, además, sabe reinventarse a cada paso que da, convirtiendo la experiencia en savia nueva.

Bajo la impronta indeleble de SuTaGar, nos encontramos en Bizirik gaude

Así es, hay canciones muy cañeras como Txakurrak solte y otras no tan digamos representativas del grupo, como Zure baitan, pero es que siempre hemos tenido curiosidades que, en esta ocasión, se plasman en canciones como Zure albotik urrun banago, más rumbera, o Errepide honetan galdurik, tipo ska. Es un disco que tiene cosas diferentes y eso mismo es lo que le da color. Y en cuanto a la temática, debido a que no habíamos vivido una crisis como la actual, hay tres temas que van en ese sentido, lo que actualiza las letras del grupo. Eso sí, seguimos haciendo lo de siempre, no pensamos las letras; según salen las melodías, vemos que textos les pueden encajar mejor. Y en cuanto a la temática, la primera letra que hice fue Txakurra solte, una canción dura al que le pegaba una crítica dura, como fue la muerte de Cabacas. Por otra parte, Borxa en su texto ha hecho referencia a la política económica que se hace desde Madrid mirando a Euskal Herria mientras que Iker ha reivindicado el movimiento obrero. En este sentido, es un poco diferente pero no hemos cambiado mucho. Seguimos intentando escribir sobre las cosas que vivimos, transmitiendo realidad.

Con los años de carretera, los miedos a la hora de enfrentarse a un nuevo álbum cambian. No sé cómo lo habrás afrontado en esta ocasión pero, como bien dices, el resultado, es más colorista que, por ejemplo, Ametsak Pilatzen

El disco anterior llegó en un momento en el que llevábamos bastante tiempo sin sacar canciones nuevas, así que fue un poco como arrancar de nuevo; y a la hora de componer tuve momentos buenos y no tan buenos, por lo que fue más duro. Sin embargo, en éste, con sus subidas y sus bajones, creo que en el resultado final, sin decir que sea alegre, se nota que he disfrutado más haciéndolo.

De hecho, empezando por el título del disco y siguiendo por la primera canción, Ez etsi orain

A la hora de elegir el tema que abre el disco no pensamos tanto en la temática y sí en la musicalidad. Ez etsi orain, al contrario que en otros trabajos, no es un arranque fuerte, pero nos parecía bien empezar con algo diferente, ya que luego llegan unos cuantos temas con más dureza. Esta canción la escribí en un momento en el que habían parado un poco los suicidios de la peña por los desahucios, pero es que hubo unos meses súper críticos... Y pasa el tiempo y parece que a la gente se le olvidan las cosas, pero las personas sigue sufriendo, y hay que animarles.

Y, sin abandonar las verdades como puños, la realidad también dicta que, a día de hoy, la palabra Euskal Herria sigue produciendo sarpullidos y el euskera se sigue sin hablar, como bien apuntáis en Nazkatu naiz yNazkatu naiz Nana.

El euskera sigue instrumentalizándose mucho políticamente. Quieras que no, es un signo de identidad y al Estado español no le interesa. Yo muchas veces suelo decir, que si esto es España y el euskera es una lengua española, pues que cuiden los tesoros que tiene España... Pero no, los intereses políticos y económicos hacen que no interese, como en Nafarroa, que ni si quiera se puede ver la Euskal Telebista porque no cumple con la ley y no tiene los permisos... Al final, todo son excusas para discriminar al euskera. No hay política lingüística para que todos tengamos que aprender euskera... Los de derechas han creado una ley para que sus hijos puedan estudiar en la lengua que ellos quieran, sin darse cuenta de que así les están negando la oportunidad de decidir si quieren utilizar el euskera o no.

¿Cómo se sienten Aitor Gorosabel y SuTaGar al saberse padres o padrinos del metal euskaldun?

Es un orgullo del copón, sobre todo porque nos salió de forma natural; SuTaGar no partió de una fórmula mercantil... Nosotros escuchábamos el heavy metal que se hacía en Euskal Herria, que era solo en erdera, y para nosotros fue algo natural empezar en euskera; de hecho, la primera letra que trajo Iker era en castellano, empecé a cantarla y no me veía, era forzado porque habitualmente había cantando en euskera. Por otra parte, al margen de intentar hacer siempre todo lo mejor que podemos, algo que la gente agradece y te ayuda a conectar en los conciertos, es un plus que seamos los pioneros de esa fórmula, no buscada y natural, del heavy metal reivindicativo cantado en euskera. Y, repito, el haber creado escuela, es un orgullo.

Por otra parte, en este último disco nos encontramos a Aitor mirando en varias ocasiones por el retrovisor...

Sobre todo en la última canción, que salió en el estudio. Habitualmente no sabes de qué vas a escribir, y en esta ocasión al encenderse la bombilla aparecieron los recuerdos de cuando era chaval, de aquel ambiente postfranquista en el que el euskera estaba prohibido y todavía coleaba la represión vivida. Fue una época de renacer tras la absoluta represión.