Madrid - A la espera de un nuevo disco de Rammstein, que probablemente se demorará aún unos “dos años”, su vocalista, Till Lindemann, mantuvo las horas ocupadas en un pasatiempo de rock vigoroso y en inglés, que exuda humor, muerte, drogas y muchísimo sexo.
“Es la razón de la vida”, argumentó este cantante de voz y presencia rotundas, a lo que su compañero de correrías alcohólicas y musicales, Peter Tägtgren, de la banda Hypocrisy, apuntó que, “a la hora de crear, el amor no es tan bueno como el sexo, que se siente en el estómago como una explosión”.
La razón de su entrevista es Skills in pills, ya en el mercado, el primer disco del vocalista de Rammstein sin la célebre banda alemana y el primero que ha realizado junto al sueco Tägtgren, experimentado productor al que conoce desde que hace 15 años le salvara de una tunda en un bar.
Skills in pills llegó después de muchas charlas y borracheras conjuntas de la manera más sencilla, por una canción, un proceso tan satisfactorio y “divertido” que les llevó a crear “la siguiente, y después de eso la siguiente, y la siguiente... Hasta tener un álbum”. “Nadie nos creería sobre lo fácil que fue hacerlo”, aseguraron.
El nombre que escogieron para presentarse juntos fue el apellido Lindemann, que, traducido literalmente del alemán, significa el hombre del tilo.
“Por supuesto que él es la superestrella”, reconoció Tägtgren, sin dejar de remarcar que este álbum no es un disco en solitario del cantante de Rammstein y que la razón para escoger ese apellido no fue comercial, sino otra más simple: “No fuimos capaces de encontrar otro nombre”.
“Quizás cuando nos hagamos superviejos, todo irá definitivamente para abajo, pero ahora mismo nos sentimos en prime time, queremos hacerlo con cualquier cosa que lata”, aseguraron estos dos roqueros de 45 años (Tägtgren) y 52 (Lindemann).
Frente al poder del sexo, confrontan que “el amor actúa como una droga, al principio es muy agradable, pero hay que preocuparse de conseguirlo y de alimentarlo y, en los tiempos en los que se acaba o no lo tienes, hay que seguir adelante con otra clase de mierda”.
Al preguntarle por próximo material de Rammstein, que no publica un disco de estudio desde Liebe ist für alle (2009), su compañero tercia ante el silencio de Lindemann: “Está próximo”.
“Rammstein nos tomamos un respiro de dos años”, aclaró entonces. “La banda es una gran maquinaria que hay que poner a calentar. Quizás a finales de año tengamos un par de ideas, pero hacer cada álbum nos lleva unos dos años, es un proceso muy lento”, se limitó a afirmar. - J. Herrero (Efe)