pamplona - El artista pamplonés Mikel Cabrerizo presentó ayer en el Polvorín de la Ciudadela Fuera de campo, un montaje expositivo con elementos muy diversos cuyo fin es conformar un particular cosmos. Dibujos, serigrafías, objetos, esculturas, fotografías y vídeos conforman la muestra, que se podrá visitar hasta el próximo 11 de octubre, en horario de 18.30 a 21.00 horas, de martes a viernes; de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas, los sábados; y los domingos, de 12.00 a 14.00 horas.

Diferentes técnicas y materiales han dado vida a esta exposición, la segunda que Cabrerizo exhibe en solitario. “He juntado trabajos con oro, polvo, elementos que encontré en la calle, parafina, pegatinas, chapa o madera”, indicó el artista, quien matizó que “todos estos elementos han ido surgiendo y se han vinculado unos con otros, formando una especie de cosmos”. El resultado final es, según Cabrerizo, “un resumen de mi forma de trabajar”, el cual ha ido definiendo a lo largo de los años y se traduce en un “juego” con los diferentes elementos.

Precisamente, muestra de ese juego que el artista realiza es una obra situada en el centro de la sala, la cual es el resultado de una escultura fallida. “Quería crear un cactus reproducido en parafina, pero tuve más problemas en la realización de lo que esperaba, y aunque no me salió como pretendía, jugué en mi taller con ello y le di otra forma”, destacó.

Una de las obras que más destaca es una colección de gomas de pelo que el artista ha colgado, metidas en bolsas de plástico, en la pared. “Esto surge porque yo recojo cosas que me voy encontrando por el suelo; es el resultado de una mirada similar a la de los niños, que están cerca del suelo y cogen todo lo que les llama la atención”, subraya Cabrerizo, quien recogió el primer objeto en 2008.

Los objetos, que se muestran al público por primera vez, tienen, sin embargo, un largo periodo de existencia. “Hay fotografías que había tomado en el año 1998 que tenía guardadas en un cajón, o incluso algunos bocetos que yo inventaba cuando era niño y que, haciendo limpieza, encontré y decidí utilizar”, contó.

de tres en tres La mayoría de elementos que conforman la muestra están repetidos tres veces, un número que el autor ha escogido “por las tres cáscaras que conformaban una nuez” que se encontró en la calle, de la cual ha creado una réplica en plata que se sitúa en el centro de la exposición. Así, en la sala se pueden observar tres cuadros de polvo que recogió de un museo, tres láminas pintadas con trozos de su pelo o tres cuadros con un círculo de oro en el medio, entre otros elementos.

Todas estas obras tan distintas unas a otras “no son objetos cerrados”, sino que abren a Cabrerizo un “universo de posibilidades”. “Aunque estén definidas en esta muestra y funcionan conjuntamente, me abren un campo para seguir trabajando y centrarme en trabajos más específicos”, puntualizó.

Una forma de trabajar. La exposición es el resultado de la forma de trabajar de Cabrerizo, quien “juega” con diferentes elementos que encuentra o ha reunido a lo largo de su trayectoria artística.

La muestra, en otros lugares. Además de en el Polvorín de la Ciudadela, hay elementos de esta misma exposición en las tiendas Minx y Postdam.