pamplona - En ‘Aquí y ahora’, su anterior disco, presentaba una colección de canciones al uso, es decir, con música y letra. Con ‘En el camino’, su nuevo álbum, das un giro y ofrece una compilación de temas instrumentales, ¿a qué se debe el cambio?

-Siempre me ha gustado mucho mas hacerlo instrumental. Concibo la música de esta manera, ya que pienso en la voz como otro complemento más de la melodía. Y en este caso, en lugar de llevar las melodías unas voces, las ha llevado la guitarra y el saxo, principalmente.

Incidiendo en el amplio abanico de matices y texturas que regala el álbum, la primera consideración casi resulta evidente. Con los años, ¿ha vuelto la mirada de su guitarra hacia el jazz?

-Sí, un poquito sí... Lo que más escucho y me gusta es el jazz instrumental, pero creo que en este disco hay un poco de todo, incluso heavy. En este sentido, al margen de las rupturas entre instrumentos, en el sentido de que tú haces un solo de una manera y otro instrumentista lo hace de otra, para este trabajo, a la gente que ha participado, les pasé las guías de los temas, con indicaciones de solo o acompañamiento, y, a partir de ahí, cada uno de ellos ha dado su idea de la canción, como aportación, algo que yo he respetado.

En este sentido, aunque se trata del disco de Txuma Flamarique, no nos encontramos estrictamente ante el trabajo de un guitarrista, ya que todos los invitados, e instrumentos, cuentan con sus correspondientes parcelas de protagonismo.

-Por supuesto. Yo, cuando me apoyo en la gente, que en este caso además de enormes músicos son mis amigos, y al margen de sentirme halagado, lo que me gusta es que todos aporten lo que consideren oportuno. Si yo le digo a alguien que tiene que hacerse un solo, y me trae uno estupendo pero con más compases de lo previsto, me lo quedo. A la gente lo que no puedes hacer es coartarle cuando, encima, le estás pidiendo que te ayude; al margen, evidentemente, de que todos tienen derecho a tener su momento en la canción.

¿Eligió usted quién iba a tocar en cada tema o fueron los invitados los que eligieron la canción en la que iban a participar?

-Elegí yo el tema en el que iban a tocar; eso sí, no está todo el mundo al que llamé, porque hubo gente que no pudo y otros que no lo veían. Sí que me hubiera gustado contar con más baterías y, por otra parte, lo queme ha aportado mucho son los bajistas, que han dado mucho color al disco. Por otra parte, en general, ha sido curioso que la gente que más ocupada está, es la que antes se ha comprometido y me ha enviado sus pistas.

En otro orden de cosas, sorprende la particular relación de algunos títulos de las canciones con la música de las mismas, como es el caso de ‘Niebla’, que da nombre a una música nada brumosa.

-En este caso tiene truco, ya que se trata de un apellido, está dedicada a Salvador Niebla, con el que tuve la oportunidad de tocar y me dejó muy impactado, hasta el punto de que hice una canción sobre aquel concierto.

Supongo que será consciente de que este álbum está destinado a un público especial, y quizá también especializado.

-No lo sé... Yo valoro bastante más, a veces, la opinión de la gente de la calle que de los músicos. Y he escuchado opiniones de gente que no está vinculada a la música a la que le ha gustado mucho; creo que puede ser un disco de meterlo en el coche y oírlo a modo de banda sonora.

La vida ha marcado sus etapas en la música de forma dura, ¿hasta el punto de llegar a la conclusión de que lo importante es seguir ‘En el camino’?

-Lo importante es buscarlo. Y yo creo que lo he encontrado. Primero hay que buscarse a sí mismo y luego seguir en el camino, luchando todos los días para no salirte de la senda. En mi caso, yo me considero la persona más afortunada del mundo porque lo he encontrado, y no solo por los problemas de salud, sino porque me he encontrado a mí mismo y me va todo mucho más rodado que antes, en todos los sentidos.

Cierra este trabajo con ‘Afrigun’, que incluye las únicas voces del disco.

-Son unos guerreros masai. Este tema está compuesto porque África es un continente que me atrae mucho, y sus gentes también; ahora parece que todo lo malo que nos pasa es culpa de la gente que sube de África, y eso no es cierto. Esto me llevó a plantearme hacer un tema para ese continente y para toda esa gente, que merece todo mi respeto, como el resto del mundo.

¿En la variedad está el gusto o este alarde de diversidad que presentas tiene su punto de sano egoísmo, en el sentido de que no quiere aburrirse?

-En la variedad está el gusto. Y en cuanto a aburrirme, yo no me aburro de ninguna manera, lo que me gusta es tocar. De hecho, el siguiente disco, que ya tengo preparado...

...¡Todavía no ha presentado este nuevo disco y ya tiene preparado el siguiente!

-Sí, porque este año se cumple el 25 aniversario de la muerte de un gran bajista de aquí, Txope, que tocaba en Mal Temple, y con el que yo era uña y carne; éramos primos y nos criamos juntos. Cuando él falleció, mi vida dio un vuelco, empecé a dedicarme a la música, quizá por seguir lo que él no había podido hacer. Y he compuesto un disco que no tiene nada que ver con este, porque es rock and roll puro y duro.

En cuanto al directo que ofrecerá hoy, ¿solo sonarán los ocho temas del nuevo disco, recuperará alguno anterior, sonarán nuevas composiciones?

-El directo incluirá los ocho temas de este disco pero también parte del Aquí y ahora, pero instrumentales. También haremos una versión. Para este concierto contaré con mi banda habitual: Jon Uribeetxeberria (batería), Óscar Núñez (bajo), José Ramón García Beorlegui (piano y teclados) y Koki Gómez (saxo).

Sonríe

Alegría, buen rollo.

To Mamen

Funky, persecución policíaca.

Niebla

Salvador Niebla, Max Sunyer.

El camino

Mi camino, buscar dentro.

Tritón.

Mezcla complicada, Steve Vai.

Mài a París.

París, desarrollo de guitarra.

Song for my sister

Begoña, Dave Weckl.

Afrigun.

África, respeto