madrid - La exposición El Bosco en El Escorial es el pórtico de la celebración del V centenario de la muerte del artista flamenco y completa la experiencia que tendrá el público en la gran exposición que le dedicará el Museo del Prado a partir del mes de mayo. Formada por once piezas del Bosco y su taller, destaca en la muestra la obra autógrafa Cristo con la cruz a cuestas así como El carro de heno, tríptico que se exhibe por primera vez tras una restauración que ha permitido determinar que se trata de una réplica del propio taller de El Bosco de la obra que se encuentra en el Museo del Prado y no de una copia tardía.

Junto a estas pinturas se exhibe La coronación de espinas, del taller de Jerome van Aken, El Bosco (1453-1516), y la colección de tapicería única en el mundo, conocida como los Disparates del Bosco, formada por cuatro tapices tejidos en Bruselas entre 1550 y 1570 con hilos de oro y seda sobre modelos del artista. Completan la exposición un grabado que representa una de las pocas imágenes que se tienen del Bosco, dos libros de entregas donde aparece reflejada la adquisición de sus obras y otro escrito de Fray José de Sigüenza sobre la fundación del Monasterio de San Lorenzo del Escorial. La pintura de Cristo con la cruz a cuestas pasará a formar parte de la exposición del Prado y será sustituida por dos tablas procedentes de los fondos del museo, copias de Las tentaciones de San Antonio.

Para José Luis Díez, director de las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional, la exposición es “escueta, sencilla, pero exquisita” y la experiencia del Bosco no se puede tener sin visitar el lugar para el que fueron adquiridas por Felipe II, el Monasterio del Escorial, ya que “las obras cobran su sentido verdadero en su casa”. El presidente de Patrimonio Nacional, Alfredo Pérez de Armiñán, insiste en este punto y explica que el contexto artístico adecuado para la contemplación de las obras del Bosco que se encuentran en el Museo del Prado, cuya propiedad sigue siendo de Patrimonio Nacional, “es el Prado”, donde las obras fueron trasladas durante la Guerra Civil.

No obstante, explica, la significación histórica de las obras “está ligada al Monasterio del Escorial “de forma indisoluble y nunca se dejará de reconocer ese hecho, por eso el Museo del Prado no es el titular de las obras, sino el Patronato de San Lorenzo del Escorial integrado en Patrimonio Nacional”. La celebración del Bosco ha provocado polémica a causa de atribuciones y desatribuciones por parte del Comité Científico del Centenario al que, según Díez, se le dio absoluta facilidad para visitar las obras que se encuentran en el Monasterio. “Han hecho un trabajo magnífico de documentación gráfica, de fotografías, de radiografías, que han sido puestos a disposición de Patrimonio Nacional”, explica y resta importancia al tema de las atribuciones.