Esta vez la culpa no ha sido de Yoko Ono ni del Chachachá. Podríamos decir metafóricamente que la tuvo Facebook y el grupo Nafar Literatura Navarra, en el que se da cita buena parte de la emergente y sobresaliente fauna literaria navarra. Un grupo en el que, además de metaliteratura, y como no podía ser de otra forma, se organizan cenas... ¿Y qué salen de cenas? Pues ideas más o menos descabelladas que, en no pocas ocasiones, como es el caso, acaban convirtiéndose en notables realidades. Así se gestó 24 relatos navarros, una recopilación de textos de autores navarros, o afincados en esa tierra, que ha visto la luz de la mano de Pamiela, como no podía ser de otra forma, y que ayer fue presentada por tres de los escritores que le han dado forma: Carlos Bassas, Maribel Medina y Miguel Campión, a la sazón coordinador de tamaño jumelage literario y, según apuntan sus compañeros de pasión, el cerebro del que nació la idea.
De hecho, fue Miguel Campión el que se lanzó en primer lugar a las fauces de los periodistas que, todo hay que decirlo, se vieron ampliamente superados en número por los escritores que comparecieron en la rueda de prensa que tuvo lugar ayer en Katakrak. Y es que, como buena familia bien avenida, las plumas forales quisieron arropar a los suyos en su partido amistoso contra los plumillas. “De una de las reuniones que mantenemos regularmente un grupo de escritores, surgió la idea de hacer un libro colectivo para ofrecer a los lectores una muestra de lo que hacemos. Es verdad que ahora hay mucha gente que está escribiendo, pero también es cierto que es difícil para los lectores seguir quién está haciendo qué o quién tiene el estilo o la poética que te puede gustar. Ese fue el origen de la idea, hacer un libro a modo de menú degustación de lo que estamos haciendo”. Para llevarlo a cabo, “se creó una convocatoria abierta, hace más o menos un año, a través de redes sociales y de llamadas a gente que conocíamos; una labor de difusión en la que todos se involucraron”, explicó Campión, a la par que hacía hincapié en que “no se ha excluido a nadie y todo el quiso ha participado. Esto no es una antología, no son los mejores relatos que se han hecho en los últimos años ni nada por el estilo: cada autor ha seleccionado su propio texto. Y para que no fuera un libro demasiado heterogéno, y dado que todos somos navarros, nativos o adoptivos, pensamos que el tema fuera Navarra”. El resultado son 224 páginas, todas en castellano, puesto que, en próximas fechas, probablemente de cara la próxima feria de Durango, verá la luz otra recopilación de relatos escritos en euskera de autores navarros. “Digamos que vamos a tener un libro hermano en euskera”, apuntó Campión.
Por su parte, Carlos Bassas, con esa prosa ágil, locuaz y sensual que le caracteriza, salió por peteneras y decidió llevarle la contraria a su coordinador. “Este es un libro muy heterogéneo en cuanto a voces y a miradas, lo cual es fantástico y es lo que perseguíamos. Mostrar un ejemplo de escritores de una generación muy numerosa, que se ha juntado ahora en Navarra, con temáticas en algunos casos comunes y en otros ajenas. Es más, hay escritores que se han mantenido en su temática habitual y otros que se han salido de su zona de confort, pero siempre representando fielmente el estilo de cada uno. También hemos sido muy heterogéneos en cuanto a extensión”. Cierto es, ya que el libro cuenta con relatos que van desde la página y media de Mikel Zuza hasta las 25 de Mikel Alvira. Pero si algo quiso resaltar el también doctor Bassas del Rey, fue en el hecho de que “nos llevamos muy bien entre todos los escritores, hasta el punto de que el grupo de Facebook ya cuenta con 150 personas”. De esta forma, podría decirse que este libro es una especie de culminación de esa amistad literaria a modo de “chuletón de grandísima calidad. Esto no es un relato de amigos, son piezas literarias con mucha calidad, todas, lo que es francamente difícil, ya que las antologías al uso suelen ser como el índice Dow Jones, suben y bajan”.
Maribel Medina destacó también lo variopinto de las temáticas, hasta el punto de que se pasa de “algún relato negro a la denuncia social, denuncia histórica, hechos históricos e, incluso, un relato futurista”.
Cuestionados sobre la definición de escritor y los criterios que han utilizado para acoger en el seno del grupo, y por ende del libro, a las diferentes firmas, Campión, Medina y Bassas, como buena delantera mítica, ofrecieron un respuesta conjunta. “En el libro hay un poco de todo, desde escritores más incipientes a otros consagrados, pero quien más quien menos ha hecho sus cosas. En cualquier caso esta es la manera de dar una muestra amplia. ¿Dónde empieza uno a ser escritor? No depende de si ha publicado o no. Esto es una fiesta de la escritura, de la creación, y es estupendo que en estos tiempos tan oscuros nos unamos. Escritor es el que escribe, autor es el que publica y vive de ello, por lo tanto, este es un libro de escritores”... que a buen seguro tendrá continuidad.